Poniendo orden a los legajos en uno de los armarios de la biblioteca de la Universidad india de Aligarh, antiguamente conocida como el «Oxford del Este» , el encargado poco podía imaginarse que hallaría un tesoro insospechado: la espada del emperador mongol Aurangzeb.
La universidad musulmana de Aligarh (AMU) , en el norte del país, fue núcleo de la lucha por la independencia, y con más de un millón de libros y miles de manuscritos, su biblioteca sigue siendo un centro de conocimiento en el que, según sus gestores, aún hay margen para nuevas sorpresas.
«Tenemos cientos de armarios de acero. El problema es que muchas donaciones no fueron listadas. Así que estamos abriéndolos uno por uno y así hemos hallado 350 nuevos manuscritos, algunos de hace siglos» , dijo el bibliotecario del centro, Shabahat Husain.
Uno de los hallazgos es la espada del emperador mogol Aurangzeb (1618-1707) , que apareció recientemente junto a un set de escritorio de zafiro del rey afgano Nadir Shah cuando el jefe de la división de manuscritos, Ata Khurshid, inspeccionó uno de esos armarios.
La biblioteca de Aligarh, considerada la segunda mayor de Asia, contiene 1,35 millones de libros y unos 16 mil manuscritos, algunos de ellos ejemplares únicos, como un Corán de 1.400 años de antigüedad atribuido al cuarto califa del Islam, Hazrat Alí.
Cada día, entre 5 mil y 6 mil estudiantes usan el centro, un edificio de siete plantas de puerta en herradura y acabados de color pastel situado entre extensas zonas verdes en el corazón del emblemático centro universitario.
A 135 kilómetros de Delhi, la universidad fue hasta 1947 un laboratorio de ideas tanto para
los líderes del Partido del Congreso -entre ellos el «mahatma» Gandhi- como para la Liga Musulmana de Mohamed Alí Jinnah, que propugnó la creación de Pakistán.
La Universidad, quizá el principal proyecto ilustrado musulmán de la India, nació como escuela en 1875 a instancias del filántropo Syed Ahmad Khan para formar a los musulmanes y, tras dos años, comenzaron los cursos superiores, con el apoyo del Raj británico.
«Nuestro fundador solía decir que hindúes y musulmanes eran como dos ojos de la misma novia y que debían por lo tanto recibir el mismo trato. Lo que pasa es que los musulmanes tenían una situación educativa precaria» , explicó Husain.
Fue en esa época cuando algunos de los nawabs y maharajás indios donaron sus bibliotecas personales a la Universidad, que todavía hoy presume de varios edificios majestuosos de corte colonial que justifican por qué se la llamó el «Oxford del Este» .
Entre los fondos de la biblioteca hay monedas, delicadas pinturas de la corte mogol y una curiosidad, la medalla del Nobel de Física paquistaní Abdus Salam, que la donó a la AMU enfadado por el mal trato al que Pakistán somete a la secta religiosa islámica ahmadi.
En distintas plantas, dos trabajadores se afanan en digitalizar los libros más antiguos, mientras otros se hallan inmersos en tareas de restauración de los manuscritos más estropeados, a los que hay que tratar como «viejecitos frágiles» , en palabras de Husain.
«Se listaron la mayoría de los artículos, pero es verdad que algunas llegadas no quedaron registradas. Ahora que hemos retomado ese proceso, suponemos que habrá nuevos hallazgos» , mantuvo el bibliotecario, con la afilada espada de Aurangzeb en la mano.
Su principal interés es ahora poder mostrar todos los tesoros en un espacio apropiado, una especie de museo con el que consagrar el rol histórico de Aligarh y aunque andan «cortos de fondo» , según reconoció el vicerrector de la Universidad, P.K. Abdul Aziz, se quiere construir un nuevo edificio con ese fin.
Antes de despedirse, el bibliotecario Husain enfunda la espada de Aurangzeb, un acero aún cortante con una inscripción labrada en oro, empuñadura dorada y unos pequeños huecos en los que había cinco diamantes que han desaparecido, probablemente para siempre.
Agencia El Universal