Las señales de teléfonos celulares podrían matar a las abejas al desorientarlas mientras se mantiene una llamada, aseguró un estudio de Daniel Favre, investigador del Instituto Federal de Tecnología de Suiza
El equipo de Favre halló que en presencia de un móvil que realiza o recibe una llamada, las abejas producen con el zumbido de sus alas hasta 10 veces más ruido del que hacen en condiciones normales, un comportamiento que habitualmente es utilizado por la colonia como una señal de alarma que urge a abandonar la colmena, publicó en su portal el diario español ABC.
Sin embargo, cuando el zumbido de alarma es inducido por un celular y no por una causa natural, la colonia se desorienta al no saber qué ocurre ni hacia dónde ir, pues zumban todos sus integrantes.
«La utilización de los celulares tienen un impacto dramático en el comportamiento de las abejas, ya que inducen a las obreras a emitir masivamente la señal de alarma. En condiciones normales, ese zumbido anuncia que el enjambre se pone en marcha o es una señal inequívoca que indica algún problema en la colonia. Entre otros factores como los pesticidas, las señales emitidas por los móviles y las antenas de telefonía móvil podrían estar contribuyendo a la desaparición de las abejas en todo el mundo. Apelo a la comunidad científica internacional para que realice más estudios en este campo», declaró Favre al diario español.
Las abejas son responsables de la polinización de por lo menos 70% de los cultivos básicos de la dieta de miles de millones de personas en todo el mundo.
El problema del colapso de las colonias (CCD por sus siglas en inglés), fue detectado por primera vez en 1972, pero no fue hasta 2006 que la desaparición masiva de cientos de millones de abejas en todo el mundo hizo que sonaran las alarmas. Las abejas, en efecto, parecían «evaporarse» en todas partes, abandonando las colmenas sin dejar el menor rastro.
Ese año, apicultores de todo el planeta denunciaron la pérdida de entre el 30% y el 90% de sus colonias. En años sucesivos, y ante el agravamiento del problema, se han realizado numerosas investigaciones para identificar el origen de una crisis que no se limita sólo a las abejas.
Agencia El Universal