El emperador de Japón, Akihito, declaró temer que su deteriorado estado de salud y su edad presentan dificultades para continuar con sus funciones -según nota de BBC Mundo-.
Los comentarios del emperador fueron hechos en una trasmisión de televisión extraordinaria. Es únicamente la segunda vez que sus palabras han sido televisadas al público.
El emperador también indicó que compartir los deberes con posiblemente su hermano o su hijo no sería posible pues, como expresó, los poderes tienen que ejercerse en su totalidad.
Akihito no pudo manifestar directamente su deseo de abdicar pues no existe una provisión legal para la abdicación, según la ley japonesa.
Se necesitaría un cambio en la Constitución para que un emperador renuncie a su cargo.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, respondió minutos después de la transmisión del mensaje pregrabado de Akihito.
Manifestó que el gobierno estaría tomando en consideración la edad y condición física del emperador, abordando el tema de una manera «robusta».