
Ciudad de México.- El pleno del Senado inició la discusión de la reforma que eleva a rango Constitucional los derechos humanos y otorga facultades de investigación a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), con un dictamen al que se le realizaron cambios de última hora.
Con la omisión del trámite de segunda lectura, esta importante reforma podría ser avalada este mismo martes.
En tribuna, senadores de todos los partidos iniciaron una serie de posicionamientos en tribuna.
El senador del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, presidente de la comisión de Puntos Constitucionales, reconoció que se trata de la reforma más importante de los últimos 25 años.
Informó que se hicieron varios cambios al dictamen original.
Confirmó que con la reforma se le retira a la Corte la facultad de investigar violaciones graves de derechos humanos, porque en la práctica no ha tenido efectos vinculatorios y sólo ha contribuido para cuestionar al máximo tribunal.
Asimismo se le da «dientes» a la CNDH, y a las comisiones estatales de Derechos Humanos para que sean más efectivas en la emisión de sus recomendaciones.
El senador priista explicó que si un funcionario no acata alguna recomendación emitida por la CNDH, podrá ser llamado por el Senado para que rinda cuentas.
El PAN detuvo por unos días la votación, al solicitar tiempo para analizar a fondo las reformas.
Los panistas no quieren dar facultades amplias al consejo consultivo de la CNDH para investigar quejas sobre violaciones a derechos humanos y buscan retirar el término «preferencias sexuales» del dictamen, que agregaron los diputados federales.
En este último punto los senadores del PAN consideraron en su reunión del lunes por la noche que es innecesario y fue un término que introdujo la diputada del PRD, Enoe Uranga, que no es parte del debate y sólo obedece a su agenda.