Vistos desde una ladera donde abundan los árboles en flor, los arrozales en terraza de Honghe forman un mosaico de colores.
El verde de la vegetación, el rojo de las plantas acuáticas y el azul del cielo reflejado en el agua.
La etnia hani lleva 13 siglos cultivando estas 16.500 hectáreas en las laderas de los montes Ailao, hoy Patrimonio de la Humanidad.