La comunión entre nostalgía, amor y esperanza fue el hilo conductor de la «poética» velada que ofreció anoche el cantautor español Luis Eduardo Aute, quien por más de tres horas deleitó al auditorio del Centro Cultural Roberto Cantoral.
Entre cada canción, el también pintor y cineasta, ataviado con jeans y saco color negro, reflexionó sobre temas sociopolíticos, sentimentales, sexuales y religiosos, valiéndose de la ironía y el humor.
Al filo de las 21:00 horas, la presentación inició con la proyección de la película de animación «El niño y el basilisco», que narra cómo sería el encuentro de él en su etapa infantil y el «mounstro» que es ahora.
«Pensemos qué pasaría si nos encontráramos con el niño que fuimos antes. Qué conversación habría de por medio (…) Estoy seguro que, en nada de mí, queda ese niño», expuso sarcásticamente y luego dio lectura a un verso del venezolano Rafael Cadenas.
«Infancia dormida en los rayos del Sol/Cuánta luz para aquel niño/ Ahora él te busca/ Me desdoblo/ Es absurdo volver los ojos a tus días/Vivir de tu suelo es cambiar un extraño por el que soy».
La nostálgica y apasionada actuación musical de Aute abrió con el tema «De la luz y la sombrea», que desde sus primeros acordes fue aplaudida por sus fans, quienes se rindieron ante el talento y humildad del español.
Luego de las enérgicas ovaciones, el intérprete hizo sonar «Me va la vida en ello», «Un ser Humano», «Atenas en lamas» y «Esta noche», en esta última canción pidió a los espectadores que memorizarán un verso y que luego se lo dijeran a su pareja.
Entre las cualidades del espectáculo sobresalió la manera tan honesta con la que se comunicaba con sus fans.
Tras un trago de vino, Aute hizo sonar «Prefiero amar», impregnando el ambiente de romanticismo. Para su siguiente interpretación, «Anda», utilizó su guitarra, a lo que el público respondió con una fuerte ovación.
Otros temas interpretados fueron: «Aleluya N5», «Mojándolo todo», «Quiéreme», «Latido a latido» y «A día de hoy», además de «Feo mundo inmundo», «Dentro» y «Señales de vida», de la que dijo ser su favorita de su última producción «El niño y el basilisco».
Sin embargo, los temas que más sedujeron al público fueron: «No te desnudes todavía», «Siento que te estoy perdiendo», «Alevosia» y «Cinco minutos», que escribió en honor a su amiga, la actriz mexicana Katy Jurado.
La gente, de pie o sentados, pedían más música, por lo que cantó «El niño que miraba al mar», tema que le da título a su más reciente producción y con el que pretendía cerrar su actuación.
Luego de unos minutos aplaudiendo para que el cantautor volviera al entarimado, Aute y sus músicos interpretaron «Albanta», que surgió luego de leer algunos versos de su hijo Aute y que esta noche dedicó a su amigo, el músico y trovador argentino Carlos Díaz «Caíto».
Lo mejor aún estaba por venir y es que tras abandonar por cuatro veces el escenario, el también director de cine interpretó «Una de dos», «Slowly» y «Sin tu latido», que fue coreada por el público que abarrotó el citado Centro Cultural.
Constantes cambios de luz daban la pauta para que el «genio» de la interpretación compartiera con sus fans «Giraluna» y «La Belleza».
Como los grandes, a capella, el trovador español se despidió de sus fans con «Al alba», saciando así las emociones de su público, el cual se puso de pie y aplaudió enérgicamente.
No era para menos, pues Aute, quien se presentará el 15 de diciembre próximo en el Teatro Coliseo, en Argentina, ofreció, como lo prometió, un espectáculo íntimo y especial.
INF./GRUPO FÓRMULA/NOTIMEX