Las ballenas jorobadas también tienen su «canción del verano», que cambia cada temporada y es entonada en miles de kilómetros a la redonda por los machos en busca de pareja, según un estudio australiano.
A veces estos «pegadizos» cantos contienen material del año anterior mezclado con algo nuevo. «Es como combinar una antigua canción de los Beatles con otra de U2», señala la autora principal del estudio, Ellen Garland, estudiante de postgrado de la Universidad australiana de Queensland.
«Pero ocasionalmente tiran la canción actual por la ventana y empiezan a entonar una totalmente nueva», añade.
Una vez que aparece un nuevo canto, todos los machos -incluso de grupos distantes- cambian de melodía y esta se convierte en «gran éxito» a lo largo de la temporada de apareamiento, afirma Garland.
Esta es la primera vez que se documenta un intercambio cultural a tan gran escala en una especie distinta de la humana, señala el estudio, publicado hoy en la edición digital de Current Biology.
Los científicos de la Universidad de Queensland y del consorcio de investigación de ballenas del Pacífico sur hicieron el descubrimiento al buscar un patrón en los cantos de las ballenas en seis poblaciones vecinas de cetáceos en el Océano Pacífico, grabados a lo largo de una década.
Las nuevas canciones surgieron entre las ballenas que migran a lo largo de la costa este de Australia y se transmitieron hacia el este, hasta la Polinesia francesa, a seis mil kilómetros de distancia, en el plazo de dos años.
Los científicos creen que los cantos se propagan normalmente desde el oeste hacia el este porque la población de ballenas en el este de Australia es mayor.
También sospechan que el fenómeno se produce al desplazarse un pequeño número de machos hacia otras poblaciones llevándose consigo sus canciones, o cuando las ballenas de poblaciones vecinas oyen los cantos nuevos durante su migración.
Garland ignora por qué los cantos de las ballenas jorobadas se propagan de esta manera, y de hecho tampoco se sabe muy bien por qué cantan, aunque está relacionado con el cortejo.
Pero no está claro si el objetivo de los machos es atraer a las hembras o alejar a los machos rivales.
Garland sospecha sin embargo que los machos se esfuerzan por buscar melodías nuevas con la esperanza de destacar y parecer más atractivos al sexo opuesto, un esfuerzo que se ve contrarrestado cuando finalmente todos aprenden la misma canción.
Agencia El Universal