“Los hispanos podemos robarle a Hollywood la marca Hollywood; podemos tener un estudio donde se produzcan películas, y ese ‘brand’, ese Hollywood puede ser también nuestro porque nos lo hemos ganado”, afirmó el actor español Antonio Banderas.
En la víspera de recibir el Premio Platino de Honor en Marbella, a unos kilómetros de su ciudad natal (Málaga), aseguró que con los Premios Platino se puede empezar a dinamizar esto.
«El único problema que podemos encontrar es a nosotros mismos, hay que llegar a acuerdos entre países y tienen que sumarse a esto las televisiones”, dijo.
Para Banderas, los Premios Platino son algo más que unos premios, son, puntualizó, la toma de conciencia del poder que los hispanos pueden tener.
Banderas apostó por un gran encuentro de las televisiones y los mercados del cine en español para competir en la industria cinematográfica mundial.
«Las televisiones necesitan de contenido, sería importante hacer un acuerdo entre las televisiones de Iberoamérica y distribuir dineros para producciones de cine de alto nivel”, insistió.
Al decir esto, el propio actor reconoció estarse metiendo en un jardín vedado, “pero creo que la solución pasa por que las televisiones de todos los países iberoamericanos produzcan contenidos de calidad para las salas de cine y las propias cadenas y ya sólo esto asustaría a algunos”.
Aseguró que “muchas veces el único problema somos nosotros mismos a la hora de llegar a acuerdos. Tenemos que hacer historias de alto nivel, pero sin perder nuestra identidad”.
Banderas, quien confesó dormir muy pocas horas “porque es una pérdida de tiempo”, recordó su llegada a Estados Unidos hace muchos años, cuando no sabía hablar inglés y sus compañeros le advertían que de querer trabajar muchos años ahí, sus papeles serían de malo, de delincuente.
Anotó que las cosas fueron cambiando poco a poco, y cuando hizo el papel de El Zorro, él era el bueno y el malo era un hombre rubio, de ojos azules y con un estupendo acento inglés.
«Cuando yo llegué allí a Estados Unidos me di cuenta que había una banda, una ola de actores que han llegado por diversos problemas, por diversos motivos, y que son luchadores incansables, trabajadores increíbles por conseguir que sus hijos adquieran una educación”, puntualizó.
Consideró que llegó a Estados Unidos en un momento en el que se estaba produciendo un pequeño cambio “y pude surfear esa ola que empieza en esos momentos”.
Además, anotó que “siempre se nos asocia con que tenemos que hablar de nuestros problemas, nuestras propias historias y eso se está rompiendo también”.
Puso como ejemplo Gravity, de Alfonso Cuarón, en la que no hablaba de ningún hispano, ni salía ningún hispano, así como Birdman, de Alejandro González Inárritu, que afirmó es una de las mejores películas de los últimos años, con actores estadunidenses.
Apuntó la necesidad de evitar “autogettarnos y meternos en un getto que nos hemos inventado porque en realidad queremos poder dirigir actores anglosajones, pero no perder nuestra propia identidad”.