La elección se llevó en el Consejo nacional del PRD, en el que Barrales obtuvo 264 de 324 votos de los consejeros del PRD, en tanto que su contendiente, Pablo Gómez, obtuvo 58 votos, y se registraron dos abstenciones.
Con dicha votación, Barrales obtuvo más de las dos terceras partes de la votación, erquisito indispensable para obtener la presidencia.
Apenas terminó el recuento de los votos, Barrales tomó protesta al arco y lanzó un “que viva el PRD”.
En su primera intervención Barrales señalo «veamos primero al interior de nuestro partido para reposicionarnos, para ir por esa unidad, para ser un partido fuerte y solamente así podremos en el camino no ir a buscar a nadie, no ir a colocarnos a la cola de nadie, porque igual daño nos hace ser cola de cualquier izquierda que ser la cola de cualquier derecha».
La sesión de consejo se reinició este 16 de julio, luego de haber entrado en sesión desde el pasado 2 de julio, debido a que las corrientes del partido no se habían puesto de acuerdo para destrabar que ninguna tenía dos terceras partes del voto.
La situación se destrabo luego de que la corriente mayoritaria, Nueva Izquierda, decidió brindar su apoyo a la ex secretaría de Educación del gobierno de Miguel Ángel Mancera, y retiró a su candidata, la secretaria general del partido, Beatriz Mojica, quien se mantendrá en el cargo y acompañará en la dirigencia a Barrales hasta 2017.
Algunos perredistas expresaron con pancartas su inconformidad con la candidatura de Barrales, criticaron a Nueva Izquierda por darle su apoyo a la ahora dirigente a quien se le ve cercana a Mancera, quien no está afiliado al partido.
De acuerdo con algunos asistentes, el acuerdo se logró gracias a la promesa de que algunos integrantes de Nueva Izquierda tendrán cargos en el gobierno capitalino, aunque Jesús Ortega negó que hubiera una negociación de por medio.
“No negociamos una línea política, una convicción, por un cargo administrativo”, aseguró el ex senador y líder de los llamados Chuchos.