Italia.- El primer ministro Silvio Berlusconi expresó su intención de abandonar Italia ‘dentro de algunos meses’, en una conversación telefónica contenida en la ordenanza de arresto emitida hoy contra dos empresarios acusados de extorsionarlo.
‘Dentro de algunos meses me voy, me voy de este país de mierda del que estoy nauseado’, dijo el primer ministro en la conversación interceptada que el pasado 13 de julio mantuvo con Valter Lavitola, director del cotidiano L’Avanti.
La ‘escucha’ está contenida en la ordenanza de arresto (difundida este jueves por lo medios) contra el propio Lavitola y el empresario Giampaolo Tarantini y su esposa, acusados de extorsionar al primer ministro.
Según la juez de indagaciones preliminares de Nápoles, Amelia Primavera, que ordenó los arrestos, la conversación en cuestión ‘es relevante’ porque muestra la ‘especial cercanía’ entre el primer ministro y Lavitola.
El director del L’Avenire se salvó este día de ser arrestado por encontrarse en el extranjero, mientras Tarantini y su esposa fueron detenidos a primera hora en Roma y trasladados a cárceles napolitanas.
Fueron acusados de haber recibido 500 mil euros para no declarar que Berlusconi sabía que las mujeres que el empresario le llevaba a sus fiestas eran en realidad prostitutas.
Sin embargo, en la conversación ‘escuchada’ el primer ministro parecía estar consciente de que era interceptado, pues aseguraba sentirse ‘tranquilo’ de que lo espiaran y que la única cosa que podían decir de él es que mantenía relaciones sexuales, pero no que cometía delitos.
‘Que me pongan los micrófonos donde quieran, que me controlen las llamadas telefónicas, no me importa nada, yo dentro de algunos meses me voy… a otra parte… me voy de este país de m… del que estoy nauseado’, dijo.
En otras conversaciones interceptadas por la autoridad judicial y contenidas en la ordenanza de arresto, Tarantini y Lavitola se decían de acuerdo en poner a Berlusconi ‘de rodillas’, ‘con la espalda contra la pared’ o ‘tenerlo bajo presión’.
Para la juez esas frases son ‘pruebas incontrovertibles y sintomáticas de la perspectiva de extorsión que movía a Lavitola y a los cónyuges Tarantini’ (contra el primer ministro).
Según informó la fiscalía napolitana, Tarantini y su esposa recibían de Berlusconi, a través de Lavitola, 20 mil euros mensuales ‘de forma oculta’.
Fuentes judiciales señalaron que el primer ministro habría dado al empresario un total de 500 mil euros, de los cuales Lavitola se habría quedado con 400 mil, que habría depositada en un cuenta bancaria en Uruguay y que le servirían para financiar actividades empresariales en el extranjero.
Tarantini fue acusado en 2009 de reclutar a prostitutas para las fiestas del primer ministro, entre ellas Patrizia D’Addario, que videograbó sus encuentros con Berlusconi y entregó el material a la magistratura.
Agencia El Universal