Más que un reloj, es un símbolo universal. En realidad el Big Ben es el nombre de la gran campana del reloj del Palacio de Westminster; pero con el paso del tiempo hemos acabado llamando Big Ben a toda la torre.
Este es un reloj de cuatro caras, como si lo hubieran hecho para que todo Londres pudiera saber la hora exacta de tomar el té.
Se le reconoce una gran precisión gracias a la técnica con la que fue construido. La clave está en un péndulo a prueba del viento.
A pesar de ser una de las atracciones turísticas más famosas del mundo, su interior no está abierto a visitantes extranjeros; sí pueden visitarlo las personas con nacionalidad británica con cita previa.
Para ello deberán subir 334 escalones de piedra hasta la parte superior del mecanismo.