Estudios realizados en los últimos 16 años en el sur de la Reserva de la Biosfera de Calakmul han permitido localizar casi medio centenar de sitios prehispánicos que fueron contemporáneos a las grandes urbes mayas de Calakmul y Tikal. Se trata de asentamientos de rango mayor, mediano y menor que florecieron durante casi dos mil años en las Tierras Bajas Centrales de la península de Yucatán.
Actualmente el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de la Dirección de Patrimonio Mundial y la Coordinación Nacional de Arqueología, trabaja en colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), y el Gobierno del Estado de Campeche, mediante las secretarías de Medio Ambiente y Aprovechamiento Sustentable, y de Cultura, para lograr que la UNESCO otorgue la inscripción como Bien Mixto (natural y cultural) al sur de la biosfera de Calakmul, en la Lista del Patrimonio Mundial, la cual comprende 330 mil hectáreas de las 723 mil que tiene en total la Reserva.
Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del INAH, destacó que actualmente la Reserva cuenta con una declaratoria federal como Área Natural Protegida, que data de 1989, y ahora se busca que los 48 sitios arqueológicos asentados en la región, sumados al factor natural del sur de Calakmul sean protegidos con la declaratoria de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
“El entorno natural existente se ha preservado desde la época prehispánica y es de un valor irrepetible porque fue con el que convivieron los mayas”, puntualizó el doctor en Antropología. Cabe destacar que La antigua Ciudad Maya de Calakmul fue inscrita en 2002 en el listado internacional por el Comité de Patrimonio Mundial.
Sánchez Nava indicó que en una parte del expediente técnico de la candidatura que fue entregado a la UNESCO, colaboró el doctor Ivan Šprajc (bajo la supervisión de Francisco Javier López Morales y Francisco Vidargas, director y subdirector de la dirección de Patrimonio Mundial, respectivamente), quien ha dedicado los últimos 16 años a investigar en la región.
“De los 48 sitios que se encuentran en la propuesta que busca la declaratoria, 13 son de primer rango, 13 de nivel medio, ocho de clase menor y 14 sitios pequeños. Esta división se hace con base en su extensión, complejidad arquitectónica, dimensión de sus edificios y número de monumentos”, explicó el especialista.
Por su parte el doctor Ivan Šprajc apuntó en un reporte, que los sitios de primer rango que se han localizado en el sur de la biosfera de Calakmul se caracterizan por su arquitectura monumental, e incluye edificios ceremoniales y administrativos dispuestos alrededor de varias plazas y frecuentemente están formados por varios conjuntos. “En estos lugares se han localizado templos piramidales de más de 20 metros de altura y canchas de juego de pelota”.
En este rango se encuentran Altamira, Altar de los Reyes, Balakbal, Calakmul, Champerico, Dos Aguadas, El Gallinero, El Zacatal, La Muñeca, Los Hornos, Oxpemul, Uxul y Yaxnohcah.
Mientras que en los sitios de mediano rango, la arquitectura está menos diversificada y en ocasiones cuenta con inscripciones jeroglíficas que atestiguan su importancia a nivel regional; en tanto que los centros menores tienen pocos edificios, porque seguramente eran sitios periféricos. Finalmente, los asentamientos pequeños, en la mayoría de los casos se trataba de montículos bajos, de función aparentemente habitacional.
Los 13 centros medianos son Akalpetén, Candzibaactún, Cheyokolnah, Chicaanticaanal, Doble Plaza, El Diablón, El Laberinto, Las Tuchas Bravas, Los Tambores, Olvidado, Once de Mayo, Pared de los Reyes y Unachililbé; los ocho centros menores son Buenfil, Chanarturo, Dos Naciones, El Chismito, La Misteriosa Sur, La Retranca, los Escalones y Marihuana.
Además hay 14 sitios pequeños: Aguada, Laberinto, Aguas Amargas, Cantera, Cerros de Yeso, Chilar, Chumbec, Dos Caobas, El Cerrón, Los Tamborcitos, Naachtún Noroeste, Piedra Rota, Puerto México y Villahermosa.
“La cerámica recolectada en la superficie de estos sitios —según apuntó Šprajc— ha demostrado una ocupación del área que se remonta cuando menos a mediados del primer milenio antes de Cristo, puesto que la cerámica de este período se encontró asociada a estructuras monumentales en diversos puntos, es probable que ya en esa época hayan surgido también los primeros focos de una organización social y territorial relativamente compleja.
“Sin embargo, el volumen del material correspondiente al siguiente periodo sugiere que fue apenas en el Preclásico Tardío (300 a.C.–250 d.C.), cuando, como resultado del crecimiento demográfico y la estratificación social, aparecieron asentamientos clasificados como centros mayores”.
Durante el periodo Clásico (250–900 d.C.), el número de sitios creció notablemente en el área, así como el resto de las tierras bajas mayas alcanzó su mayor esplendor. Los tipos cerámicos indican que, así como en el Preclásico, también durante el Clásico la región permaneció fuertemente relacionada con el Petén.
La declaratoria como Bien Mixto que se está impulsando permitirá tomar acciones conjuntas tanto del INAH como de la Semarnat, la Conanp y el Gobierno del Estado de Campeche, en beneficio de una mejor protección, preservación y conocimiento de este rico patrimonio arqueológico y de su invaluable entorno natural.