Durante el inicio de los trabajos de restauración del Camarín de la Virgen de Loreto, que forma parte del Museo Nacional del Virreinato, Diego Prieto, secretario técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destacó la labor de la institución que este 2016 cumple 77 años de trabajo en la investigación, conservación, protección legal y difusión del patrimonio cultural, además de la formación de especialistas en antropología, historia y conservación.
Pese a la enorme labor que desempeña el INAH, dijo, proyectos como el que hoy inicia, sólo con el apoyo de otros órdenes de gobierno se pueden hacer. La participación de la Secretaría de Turismo del Estado de México, el Ayuntamiento de Tepotzotlán y el Programa Pueblos Mágicos, es un ejemplo de coordinación de esfuerzos.
Diego Prieto manifestó su deseo de que en lo sucesivo, estos trabajos hagan del Museo Nacional del Virreinato un espacio vivo para difundir la cultura y la historia del Estado de México y del país.
Rosalinda Elizabeth Benítez González, secretaria de Turismo estatal, agradeció al INAH y a su titular, Teresa Franco, la colaboración estrecha que han tenido en diversos proyectos dentro del Programa Pueblos Mágicos del Estado de México, “colaboración fundamental para avanzar, pero sobre todo, para conservar estas joyas (patrimoniales)”.
“La apuesta a la infraestructura cultural no sólo es porque en 2010 Tepotzotlán y el Museo Nacional del Virreinato fueron reconocidos como Patrimonio Mundial por la UNESCO, como parte del Camino Real de Tierra Adentro. La rehabilitación del Camarín de la Virgen de Loreto se inicia porque es una joya virreinal del Templo de San Francisco Javier”, expresó.
Señaló que de acuerdo con el sistema institucional de estadísticas de visitas del INAH, de enero a mayo de 2016, los museos del Estado de México tuvieron un incremento de 28 por ciento en el número de visitantes, con relación a 2015. Uno de los tres museos más visitados en la entidad es el del Virreinato, el único nacional que está fuera de la Ciudad de México.
“Lo anterior se traduce en 2.1 millones de visitas de enero a mayo en los museos mexiquenses que son administrados por el INAH, por lo que decidimos rescatar esta joya”, concluyó.
Xochipilli Rossell Pedraza, restauradora del MNV, adelantó que la intervención del camarín comprenderá la impermeabilización del recinto, la restitución de las palmetas que ornan el cupulino en su exterior y la restauración de estucados, esculturas y puertas en el interior.
Se hará un estudio para proponer diversos sistemas de conservación, ya que el objetivo del proyecto es restaurar en su totalidad el camarín y abrirlo al público.
Adelantó que se trabajará para combatir la humedad que invade el espacio y que ha afectado las cubiertas de la estructura, la cual carece de un sistema de impermeabilización, lo que genera algunas sales que se cristalizan en los estucos, en la capa pictórica y en las corladuras.
“Al interior tenemos bienes inmuebles por destino: estucos, retablos, pinturas y esculturas. Los más dañados son los estucos, que están hechos de cal y están policromados, tienen aplicaciones de hoja de oro y plata, y corladura, cuentan con repintes que se les hizo en la década de los años sesenta que, aunado a la humedad, hacen que la capa pictórica se deprenda; la parte original también presenta deterioros como fisuras y craqueladuras, entre otros”.
El camarín cuenta con cinco pinturas de caballete firmadas por Miguel Cabrera, cuatro retablos y la misma cantidad de entablados. Los óleos están separados dos centímetros del muro, lo que los ha protegido de la humedad.
Entre los retablos y entablados hay unas pilastras con unos estucos, conocidos comúnmente como “negritos”, se trata de imágenes de cargadores que están pintados en ese color, sin embargo, los estudios demuestran que los estucos son de lámina de plata, que se ha sulfurado, y en los años setenta fueron repintados de negro.
El cupulino y la linternilla fueron intervenidos en 2015 para estabilizarlos, ahora se impermeabilizará la parte exterior para poder continuar con la reintegración cromática de los mismos.
La imagen de la Virgen de Loreto, que data del siglo XVII, fue intervenida con una limpieza, eliminación de repintes, resane y reintegración cromática; “como están en nichos, las esculturas se conservan en mejor estado”.
Este proyecto, que cuenta con un presupuesto de cinco millones 823 mil pesos, de los cuales, 50 por ciento son recursos federales, y el resto estatales, será realizado por especialistas del INAH, encabezados por la restauradora Rossell Pedraza.
Durante el inicio de los trabajos de restauración estuvo el presidente municipal de Tepotzotlán, Ángel Zuppa Núñez, entre otros funcionarios estatales.
