Un estudio realizado durante más de 20 años a ancianos reveló que caminar unos 10 kilómetros a la semana, o bien, 20 minutos diarios mantiene el volumen del cerebro estable, al pasar de los años, así como previene el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer, la demencia senil y el DCL.
Los investigadores de la Universidad de Pittsburg estudiaron los hábitos de más de 400 ancianos durante las últimas dos décadas con un promedio de edad de 80 años. De los 400, 300 estaban sanos mientras que los demás sufrían Alzheimer o DCL, de los cuales quienes caminaban mostraban un deterioro mucho más lento y agresivo por la enfermedad.
Realizando resonancias constantes a los ancianos, se encontró que de igual manera, las personas que caminaban mantenían su volumen cerebral constante. Los resultados también mostraron que entre más temprano en la vida se comience el hábito de la caminata, menos posibilidades habrá de sufrir demencia senil.