Camisa de Oro…de 250 000 dolares

En el siglo XVII, el poeta español Francisco de Quevedo escribió uno de los poemas más citados en el habla popular de España y América Latina: «Yo al oro me humillo, / él es mi amante y mi amado / pues de puro enamorado / de continuo anda amarillo; (…) poderoso caballero / es don Dinero».

En India, un hombre está viviendo en su propia experiencia los versos de Quevedo al vestir una de las prendas de ropa más caras del mundo: una camisa de oro que cuesta US$250.000 -según nota de BBC Mundo-.

Se trata de Datta Phuge, conocido en la ciudad de Bombay como «el hombre dorado», quien además de su particular camisa de 3,3 kilos muestra su obsesión por el metal dorado vistiendo anillos, brazaletes y un pesado medallón de oro.

Phuge es una muestra de la obsesión que algunas personas en India tienen con mostrar y vestir prendas que tengan oro.

«Algunos me pregunta por qué visto tanto oro, pero siempre era mi sueño. La gente tiene aspiraciones diferentes. Algunos quieren tener un Audi o un Mercedes y tener autos grandes. Yo escogí tener oro».

Dado su naturaleza impráctica, Datta sólo puede vestir su camisa en ocasiones especiales, como fiestas y espectáculos importantes.

La prenda ha generado reacciones encontradas. Algunas personas resultan impresionadas y otras consideran que es un exceso.

En todo caso, Phuge se asegura de salir con una escolta de familiares y amigos de más de 30 personas que quiere lucir su camisa en público.

«El reto era asegurarse de que fuera tan cómoda como una camisa normal», explica Tejpal Rankar, fabricante de la prenda, quien trabaja para Rankar Jewellers, una empresa de 133 años en Pune, localidad vecina a Bombay.

«Una vez que decidimos hacer la camisa, investigamos y diseñamos la trama. No queríamos que fuera simplemente una hoja de oro».

Para lograr este cometido, Rankar y su equipo de artesanos decidieron hacer una camisa de oro basada en un tejido italiano.

Phuge dice que vestir esta prenda lo hace sentir bien. Para él, es una muestra de sus logros y le da un estatus que soñaba desde joven.

«Cuando fui a la universidad, la gente me decía que si era de una familia rica tenía que vestir oro. Así que desde que tengo 20 años visto oro. Comencé con pequeñas cantidades, como diez o 15 kilos».