México, D.F.- Reunidos en la Cineteca Nacional, alumnos y maestros de la Asociación Mexicana de Cineastas Independientes celebraron el aniversario 18 de este organismo. El festejo incluyó la proyección de varios cortometrajes realizados en la propia academia, además de un reconocimiento a la actriz Ana Luisa Peluffo.
Con la intensión de incentivar la labor académica en el medio fílmico nacional, Conaculta, a través de la Cineteca Nacional, ha apoyado las actividades realizadas a lo largo de casi dos décadas de la AMCI.
Pedro Araneda, director de la Asociación, resaltó que los años de trabajo de este organismo han servido para fomentar la creación cinematográfica en el país, por lo que en adelante tienen planes para ampliar su presencia en otras partes del país y de Estados Unidos.
Actualmente, la AMCI cuenta con un plantel en las ciudades de Monterrey y Guadalajara, mientras que existen otros dos campus en el Distrito Federal. Para el próximo año se tiene proyectado abrir dos planteles, uno en Nueva York y otro en Los Angeles, California.
En todos ellos, resaltó Araneda, se ofrecerá la misma calidad educativa, con el beneficio adicional para los residentes en Estados Unidos que los cursos y talleres se impartirán en español, pues la presencia latina en el medio fílmico de ese país es cada vez mayor.
“En estos años hemos visto cómo la industria de nuestro país ha ido incrementando su apoyo a los realizadores mexicanos en prácticamente todas etapas del proceso de creación de una película, por lo que ahora nuestros egresados pueden contar con mayores oportunidades de trabajo”.
La Asociación Mexicana de Cineastas Independientes es la escuela privada más antigua en México y su modelo ha servido para otras tantas. En 1993, año de su fundación, sólo existían dos escuelas de gobierno.
En la actualidad, iniciativas como los fideicomisos gubernamentales y la ley del I.S.R. han posibilitado una industria con pluralidad y nuevas oportunidades para nuevos cineastas.
“La educación cinematográfica también es plural –señaló Araneda-, pues existe una variedad de propuestas educativas y el potencial aspirante a cineasta debe revisar los siguientes elementos: Que el objetivo de la escuela sea la enseñanza y no sea una casa productora sin chamba que improvise unos cursos para sobrevivir.
“También debe revisar que la institución cuente con un plan curricular estructurado, con fundamentos académicos y teórico-prácticos coherentes con el momento histórico. Un profesorado integrado por profesionales del medio con el don de la enseñanza. Equipo e instalaciones propias, así como convenios con el medio cinematográfico”.
El director de la AMCI concluyó resaltando que la organización cuenta con un programa escolarizado con reconocimiento oficial por parte de la Secretaría del Trabajo, el cual exige un tiempo adecuado para aprender y vivir la experiencia de estudiar cine.