Como una oportunidad para reencontrarse con un clásico de la danza definió Sylvie Reynaud a la tercera temporada de La Cenicienta, que conjuga talentos internacionales con uno de los más ambiciosos trazos coreográficos de los últimos tiempos.
En conferencia de prensa realizada en el Palacio de Bellas Artes este 7 de junio, la directora de la Compañía Nacional de Danza estuvo acompañada de los intérpretes Elisa Ramos y Jasmany Hernández, quienes hacen los papeles de la Cenicienta y el Príncipe, respectivamente.
«Esta obra, aunque fue estrenada en el Auditorio Nacional en el 2010, fue diseñada para el Palacio de Bellas Artes, donde en su segunda temporada conquistó el gusto del público mexicano. Sin duda es un montaje que confirma nuestra misión de creación de nuevos públicos».
Reynaud afirmó que esta obra incluirá más de 70 bailarines en escena, junto con la orquesta, además de que la coreografía de Tim O´Keefe ha marcado un nuevo concepto coreográfico para esta obra.
«Él es uno de los principales exponentes de la danza a nivel internacional, que ha dirigido a algunas de las principales compañías como el Ballet Bolshoi y que decidió trabajar desde hace unos años con nuestra compañía después de constatar su calidad técnica».
Para Elisa Ramos La Cenicienta es una historia que todo el público conoce, pero vivirla a través de la danza es una experiencia única porque permite conocer diversas facetas de una historia que envuelve a lo teatral, lo dancístico y lo musical.
«Participar en una obra con tres actos es siempre un reto para un bailarín, además de los constantes cambios de vestuario que implica una producción de este tamaño, sin duda el público va a disfrutar de un gran montaje al nivel de los mejores del mundo».
Por su parte, el bailarín Jasmany Hernández señaló que ha tenido que llevar un entrenamiento de reacondicionamiento físico para interpretar nuevamente al príncipe, pues el año pasado no pudo hacerlo debido a un accidente que sufrió.
«Esta es una obra muy especial porque transmite al público numerosos sentimientos, dejando atrás la idea de que en el ballet no se pueden hacer gestos o que incluso no hay diálogos, sin embargo en esta obra se comprende toda la historia por su impecable montaje».
Finalmente, Reynaud afirmó que el popular cuento de Charles Perrault con música de Sergei Prokofiev, será acompañado por la Orquesta del Teatro de Bellas Artes bajo la batuta del director invitado Niksa Bareza.
«Es un espectáculo que atrapa tanto a los melómanos como a los amantes de la danza, así como aquellos interesados en la belleza escenográfica y el vestuario, que este año corre a cargo de René Duron».
«La Cenicienta es una obra colmada de arquetipos, de magia y de una complejidad escénica que pocas obras alcanzan, por ello pensamos integrarla al repertorio formal de la Compañía Nacional de Danza», concluyó Reynaud.
La Cenicienta se presentará en el Palacio de Bellas Artes el domingo 24 de junio a las 17 horas, y el martes 26 y jueves 28 de junio, a las 20:00 horas.
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