
El yuan ha perdido un 3,5 por ciento en China en los últimos dos días, y alrededor de un 4,8 por ciento en los mercados globales.
La devaluación del martes se produjo tras una serie de datos económicos débiles y generó sospechas de que China se está embarcando en un declive a más largo plazo del tipo de cambio. Esta fue la mayor caída del yuan en un día desde 1994, según información de Reuters.
Un yuan más barato puede ayudar a las exportaciones chinas, haciéndolas menos costosas en los mercados extranjeros. La semana pasada, datos mostraron una caída de un 8,3 por ciento de las exportaciones en julio, mientras que los precios al productor se encuentran en su cuarto año de deflación.
El Ministerio de Comercio de China reconoció el miércoles que la depreciación tendría un efecto estimulante sobre las exportaciones.
Fuentes involucradas en la toma de decisiones económicas de China dijeron que influyentes figuras dentro del Gobierno estaban presionando para que el yuan se deprecie aún más, apuntando a un retroceso total de la moneda de casi un 10 por ciento.
Datos publicados el miércoles más tarde subrayaron una expansión apagada en la segunda economía más grande del mundo.
El crecimiento de la producción fabril cedió a un 6 por ciento en julio respecto al mismo mes del año anterior, incumpliendo las previsiones del mercado, mientras la inversión en activos fijos y las ventas minoristas también fueron más débiles que lo esperado.