La falta de consenso para elegir a la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) propició un enfrentamiento directo entre la bancada del PRI en el Senado y el PAN y el gobierno federal.
El choque entre fuerzas partidistas, entre la oposición encabezada por el bloque PRI-PRD contra PAN, no permitió avanzar en un acuerdo en la Cámara alta, por lo que ambas partes intercambiaron recriminaciones.
La fracción del PRI acusó de manera formal a Acción Nacional de haber rechazado la terna propuesta por el presidente Felipe Calderón para ocupar el lugar en la Corte, porque “el consenso no favorecía a la candidata preferida por el Ejecutivo Federal”, es decir, la magistrada Elvia Díaz de León.
En un comunicado, el priísmo encabezado por Manlio Fabio Beltrones también acusó al gobierno federal de haber enviado tarde la propuesta de las tres magistradas e hizo un exhorto público para dejar de lado “las presiones y tácticas que en la actualidad afectan la calidad de los procedimientos y resultados que norman la relación constitucional entre los poderes”.
Segob envía comunicado
Antes, la Secretaría de Gobernación envió dos distintos comunicados, el primero que establecía que el Presidente de la República enviaría una nueva terna en un plazo de 30 días, y el segundo modificando el sentido, al afirmar que se enviaría la terna, para que 30 días después de ello el Senado lllevara a cabo la elección, en ambos casos con el fin de “conservar el sano equilibrio entre los tres poderes de la Unión”.
Lo anterior, al considerar que “ninguna de las candidatas de la terna para sustituir al ministro [José de Jesús Gudiño Pelayo, fallecido en septiembre pasado], obtuvo la votación necesaria para ocupar el cargo y que en ese sentido el Senado de la República no designó a ninguna de las personas propuestas para ocupar dicho cargo”.
Esto fue interpretado por el PRI como una acusación al Senado y de inmediato contestó en otro texto; reiteró que fue la fracción del PAN la que no cedió en sus votos para cualquiera de las otras dos aspirantes.
Señaló así que el desenvolvimiento y desenlace de este proceso “constituye un contrasentido y una falta de respeto a la Suprema Corte de Justicia”.
El priísmo argumentó que la terna fue formulada por el Ejecutivo federal, y por tanto, “no se explica que sea su mismo partido quien con sus votos haya impedido que, como en otros casos, se construya el consenso a partir de la integrante de la terna que obtiene la más alta votación en la primera ronda”.
Ayer por la tarde el Senado rechazó la terna de mujeres que envió el presidente Calderón para que eligiera de entre ellas a quien ocupe el lugar del ministro de la Corte que permanece vacante desde hace tres meses.
Por una rechazan a todas
La postura inamovible del PAN en favor de la magistrada Elvia Díaz de León, que sólo tuvo el apoyo de este partido (con 48 votos), provocó el rechazo de toda la terna, a pesar de que las tres candidatas que envió el presidente Calderón fueron calificadas por los senadores como idóneas para el cargo.
La oposición, integrada por PRI, PRD, PT, PVEM, Convergencia y Nueva Alianza apoyó a la magistrada Lilia Mónica López, quien sumó 74 votos, que al final resultaron insuficientes para que alcanzara el nombramiento que se esperaba.
Para la designación de ministro de la Corte se requiere contar con el voto de las dos terceras partes del Senado. Y para alcanzar esta cifra le hicieron falta sólo ocho votos.
Con esta decisión el pleno de la Corte llegará incompleto, por vez primera desde 1995, a la elección del futuro presidente y máximo representante del Poder Judicial, que se realizará el 3 de enero próximo.
Se entorpecen resoluciones
La falta de un ministro en el pleno complicará la resolución de los juicios en el máximo tribunal del país, en particular en los casos que se requieren de ocho votos para declarar inconstitucional alguna ley o acto de gobierno.
Pero también generará problemas con las votaciones empatadas, en especial en la Primera Sala de la Corte, en donde la ausencia de un ministro mantiene en igualdad de votos y sin resolución alrededor de 20 juicios.
Conforme al panorama que se prevé, el pleno y la Primera Sala tendrán que operar incompletos al menos tres meses más. Sobre el envío de la nueva terna por parte del gobierno, ni en el Senado ni en el foro jurídico se tiene claro si el término “nueva” que aparece en la Constitución impide o no que algunas de las magistradas de la terna desechada pueden ser incluidas otra vez.
La constitucionalista Geraldina González de la Vega, al enterarse de esta decisión, demandó tener en cuenta ahora lo importante que es “que la terna que sigue sea justificada e integrada por candidatos o candidatas que además tengan la calidad para ocupar el asiento en la Suprema Corte de Justicia”.
Exigen justificación
Porque, destacó, el Presidente debe justificar públicamente la elección de candidatos a ternas de la SCJN.
“Era bueno —dijo— que fueran tres mujeres, porque creo que tres mujeres en la Corte equilibraría la visión de género. Pero no puede ser cualquiera. Las mujeres, como los hombres, deben cumplir con los requisitos y calidad que fija la Constitución. El género no basta”.
Las acusaciones mutuas iniciaron desde temprana hora, una vez concluida la votación. Las bancadas del PRI y del PRD, a través de Carlos Jiménez y Pablo Gómez, acusaron al PAN-gobierno de iniciar un “juego perverso” al no ceder en su votación e impedir dar el aval a las otras aspirantes, quienes cumplían con los requisitos, y no tomar en cuenta la opinión mayoritaria de la Cámara alta.
El perredista Pablo Gómez afirmó que con esto pierden las instituciones, el país y la Suprema Corte, y coincidió además en que la terna llegó tarde, apenas con 15 días para que los senadores la analizaran.
El senador priísta Carlos Jiménez Macías coincidió en que la decisión del PAN falta al respeto a la Corte, la cual se ve afectada. Los panistas Alejandro Zapata y Alejandro González Alcocer rechazaron los señalamientos y argumentaron que el bloque PRI-PRD debió ceder.
Agencia El Universal