Una nueva investigación de científicos europeos concluyó que el tomar siestas regulares es un factor clave para el aprendizaje en los primeros años de vida -según nota de BBC Mundo-.
La investigación publicada en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences muestra que los bebés asimilan mucho mejor las nuevas informaciones si se van a dormir después de recibirlas.
Los científicos enseñaron a 260 bebés de menos de un año nuevas tareas con marionetas.
Los que se durmieron en las siguientes cuatro horas podían recordar la mitad de las tareas que habían desarrollado el día anterior, mientras que los que no se durmieron en ese tiempo no se acordaban de nada.
Los investigadores aseguran que estas averiguaciones ayudan a explicar por qué los bebés pasan la mayor parte de su tiempo durmiendo y muestran el valor de la lectura para los niños antes de irse a dormir.
