
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, doctor Raúl Plascencia Villanueva, aseguró que además de difundir los derechos y visibilizar los problemas de las víctimas de trata de personas, es urgente desterrar actitudes de indiferencia y tolerancia que aún subsisten.
Es necesario acabar con la impunidad que permite violaciones a los derechos humanos de los migrantes y fomenta la comisión de delitos tan lesivos como la trata de personas, que es el tercer negocio ilícito más lucrativo del mundo, sólo superado por el tráfico de drogas y de armas, afirmó.
Al participar en la Jornada “La trata de personas, objetivo prioritario en la defensa de las personas», organizada por la CNDH y la Fundación Española Ciudadanía y Valores (FUNCIVA), el Ombudsman mexicano indicó que el fenómeno requiere de acciones urgentes donde se involucren no sólo autoridades sino también organizaciones sociales y centros de investigación.
Mencionó el reto tan grande que representan los crecientes flujos migratorios en diversas zonas del planeta. La vulnerabilidad a la que están expuestos los migrantes, dijo, hace que con frecuencia se conviertan en víctima de los delincuentes dedicados a la trata de personas, acentuándose el riesgo en el caso de mujeres y los niños.
Es un delito que debe alarmarnos a todos, porque atenta brutalmente contra la dignidad del ser humano y produce severos daños a sus víctimas en el normal y libre desarrollo de la personalidad.
Hizo mención del Programa Contra la Trata de Personas de la CNDH, con el cual desde hace años se informa a la sociedad mexicana, a través de amplias campañas de prevención, las modalidades y formas de operar de quienes se dedican a este delito.
Tal información se enfoca particularmente a los integrantes del sector turístico y de transportes, así como estudiantes, profesores y padres de familia de diversos niveles educativos.
Ante diputados de las comisiones de equidad de género y justicia así como especialistas del tema, Plascencia Villanueva destacó que la trata de personas se realiza no solo con fines de explotación sexual sino también laboral en muy diversas modalidades y para la extracción de órganos y tejidos humanos.