Desde su llegada a México, en 1905, Franz Mayer demostró su afición por el arte decorativo adquiriendo textiles que luego enviaba como regalos a sus familiares y amigos en Europa. A petición del propio Franz Mayer, algunas de esas prendas regresaron a sus manos para incluirlos en su naciente colección de arte.
Así lo demuestra una prenda textil de principios del siglo XX, que introduce el recorrido por Susurros de la colección Franz Mayer, exposición con la que el museo que acoge la principal colección de artes decorativas de México celebra su 25 aniversario.
Susurros de la colección Franz Mayer será la primera de tres exposiciones que el Museo Franz Mayer ofrecerá durante los próximos seis meses para celebrar la fundación de este espacio que resguarda las nueve mil 500 piezas de arte, mil 400 azulejos y 10 mil libros que el coleccionista de origen alemán logró reunir a lo largo de 50 años.
El acervo que Franz Mayer-Traumann Altschu (1882-1975) comenzó a crear desde 1923, ahora posee más de 11 mil piezas de arte decorativas, de las cuales sólo se exhibe 28% en las ocho salas de exposición permanente del edificio. La colección incluye platería, cerámica, mobiliario, textiles, escultura y pintura, arte plumario, lacas, marfiles, carey, estampa, vidrio y esmaltes, piezas que van del siglo XVI al XIX.
“Se trata básicamente de objetos de la vida y de uso cotidiano pero con una característica especial: fueron creados por artistas, por eso se han conservado a lo largo del tiempo. Son documentos vivos que nos hablan de cómo se hicieron, con qué tecnología, en qué época, para qué gustos o bajo qué modas”, dice en entrevista Héctor Rivero Borrell, vicepresidente ejecutivo del recinto.
El museo que ocupa el histórico edificio que durante cuatro siglos funcionó como institución hospitalaria, festeja hoy 15 de julio un cuarto de siglo. Para celebrarlo prepara el lanzamiento de una nueva página web que incluirá recorrido virtual, conciertos de música clásica, talleres, cursos y tres exposiciones: Susurros de la colección Franz Mayer, Arte y erudición en el mobiliairio virreinal de la Villata, Oaxaca y 25 años de esposiciones temporales en el Museo Franz Mayer.
Susurros de la colección Franz Mayer, dijo en entrevista Magdalena Zavala, directora general del museo, “intenta ser un recuerdo de cómo Franz Mayer va inspirando su propia colección y al final quiere compartir su mirada con nosotros”.
Mediante 150 piezas representativas, desde la primera que el coleccionista compró y hasta la última joya adquirida recientemente por el museo, la muestra que ayer abrió sus puertas al público habla de la labor de este coleccionista que cosechó un gusto particular por las obras europeas y novohispanas.
Se exhiben además archivos personales y hasta recibos de compra y adquisición de las piezas. “Se sabe que lo primero que compró es una colección de azulejos de talavera y ahí están los documentos del recibo de compra”, indica Magdalena Zavala, en un recorrido por la muestra que estará abierta al público hasta el 8 de enero de 2012.
Un calvario guatemalteco de plata es la última pieza que el museo adquirió y que también se exhibe en una de las vitrinas de la muestra.
Otra de las pasiones de Franz Mayer fueron los libros. En su biblioteca denominada Rogerio Casas-Alatriste H, existen algunos ejemplares antiguos, raros y curiosos; destacan tres incunables europeos como las famosas Cónicas de Nuremberg, editadas en 1493, pieza que destaca entre todo el acervo bibliográfico y que podrá apreciarse en la exhibición que además reabre la sala de exposiciones temporales número tres, luego de ser remodelada.
Expansión y oferta
Pero este recinto, que abrió sus puertas el 15 de julio de 1986, 11 años después de la muerte de Franz Mayer, desde hace varios años busca expadir su oferta cultural y tener otro espacio para exhibir la colección.
“Estamos estudiando tener pronto otra sede, otro lugar y vínculos más formales con otros museos para poder tener exposiciones permantentes o montar exposiciones en algunos museos del país”, indicó Héctor Rivero Borrell.
“Queremos tener lugares clave en la República a donde podamos también llevar nuestros acervos y porque además serán ventanas para llegar a un público mas amplio”, añadió.
Pero aunque en las ocho salas de exhibición permanente sólo se exhiba una cuarta parte de toda la colección, Ricardo Pérez Álvarez, director de colecciones, asegura que el acervo siempre está en movimiento.
“En los almacenes tenemos objetos diversos que tratamos de movilizar en exposiciones en todo el mundo y en la República Mexicana con la finalidad de compartir la riqueza de este acervo”, dijo.
Héctor Rivero Borrell señala que otro de los objetivos próximos del museo es vincular las artes decorativas de los siglos pasados con el diseño contemporáneo. “Tenemos que hacer exposiciones de diseño contemporáneo para comparar lo que se está haciendo actualmente y lo que en el pasado hicieron los que habitaron estas tierras”, indicó.
La conocida Bienal de Cerámica que organiza el museo desde hace 10 años es una de las actividades con la que se busca vincular estas dos épocas, a la cual próximamente se le sumará una Bienal de Platería.
“Un grupo de plateros se ha acercado al Museo Franz Mayer con el fin de integrar una alianza y hacer lo mismo que se hace con la de cerámica. A través de esa bienal queremos ayudar a que se sigan ayudando los plateros y que existan tendencias”, indicó Rivero Borrell.
La convocatoria que se lanzará en el transcurso de este año será similar a la de cerámica, de acuerdo con el vicepresidente ejecutivo del recinto. Se convocará a productores de plata de todo el país a que participen y presenten sus obras; un jurado integrado por especialistas en platería eligirá las piezas ganadoras, las cuales serán exhibidas en un catálogo.
Agencia El Universal