
Imagina esto: que un día el Gobierno mexicano te dijera “te pago por arrancar tu plantío de amapola o mariguana”. Que no lleguen soldados a destruir tu cosecha, sino que tú mismo la elimines… y además te paguen por hacerlo. Eso es justo lo que está probando Colombia con los campesinos que siembran hoja de coca, el ingrediente base de la cocaína.
El gobierno de Colombia puso en marcha un plan para pagar a campesinos que arranquen sus cultivos de coca, en un intento por golpear al narcotráfico desde su raíz. El programa, impulsado por el presidente Gustavo Petro, arrancó en municipios como Argelia, en el suroeste del país, con más de 3 mil 900 familias inscritas.
A diferencia de estrategias anteriores, esta iniciativa contempla un primer pago de 300 dólares para quienes arranquen la coca manualmente, con el objetivo de frenar la producción de cocaína, que está en máximos históricos. La medida se da en un contexto clave: Estados Unidos evalúa si seguirá considerando a Colombia como aliado en la lucha contra las drogas.
La familia de Alirio y Nicolás Caicedo ya inició el proceso: palas en mano, trabajan en casi 2 hectáreas para eliminar las plantas que durante años les dieron ingresos. “Arrancarlas es duro, porque es renunciar a una cosecha segura”, confiesan.
A diferencia de programas anteriores, este contempla 12 pagos escalonados: el primero por la erradicación y los demás para apoyar el cambio a cultivos legales como café o cacao. El gobierno proyecta erradicar al menos 45 mil hectáreas en zonas de alto conflicto.
Colombia busca frenar la oferta mundial de cocaína
Según datos de la ONU, en 2023 Colombia alcanzó las 253 mil hectáreas de coca, la cifra más alta de su historia. Con esta nueva estrategia, se busca reducir la oferta global que alimenta al narco, incluidas las redes de tráfico hacia México y Estados Unidos.
La directora de Sustitución de Cultivos, Gloria Miranda, indicó que el gobierno invertirá 14.4 millones de dólares, aunque la cifra podría aumentar si más familias se unen.
Dudas sobre el alcance real del programa
Pese al anuncio, expertos como Estefanía Ciro, exintegrante de la Comisión de la Verdad, advierten que el plan repite errores del pasado. “No considera el conflicto armado ni el control territorial de los grupos ilegales”, dijo a AFP. Sin un proceso de desarme, advierte, el narcotráfico seguirá mutando.
Este modelo de “erradicación voluntaria pagada” coincide con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, y podría influir en si Estados Unidos mantiene a Colombia como aliado antidrogas.
VÍA | UNO TV
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