Los grandes libros y las grandes películas han aportado históricamente a los juristas las pistas para diseñar y rediseñar la política penal, afirmó Gerardo Laveaga, director del Instituto Nacional de Ciencias Penales, durante la presentación de la Semana de Arte y Ciencias Penales que se realizará del 15 al 20 de agosto con el propósito de reflexionar sobre las creaciones artísticas que han retratado el delito a lo largo de los siglos.
Este encuentro se realiza con la colaboración del Conaculta, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Museo Nacional de la Estampa y el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), reuniendo un ciclo de cine, talleres, y exposiciones de obra gráfica e instalación, así como mesas con especialistas en ciencias penales y artistas.
Gerado Laveaga dijo que el delito siempre ha sido la materia prima más interesante para la literatura y el cine, y recordó que desde La lliada, El Quijote y las obras de Shakespeare, está presente la trasgresión de lo legal, aspecto que ha atraído a los creadores de todas las épocas.
“No se me ocurre casi ninguna obra en la que no esté planteado el delito. Sin embargo a lo largo del tiempo, el arte nos ha hecho replantear numerosos conceptos sociales. Hay cuestiones que antes eran delito y que ahora son aceptadas, de ahí la importancia de discutir y reflexionar acerca de las diversas influencias entre las expresiones artísticas y las ciencias penales”.
Dijo que muchos artistas se sienten fascinados por la transgresión y sus narrativas, mismas que son una fuente de estudio para numerosos criminólogos, quienes pueden aprender mucho de los contextos, escenarios y situaciones que se plantean en numerosas obras.
“Dante pensaba que había que castigar de manera distinta a diferentes delincuentes, hoy existen muchas paradojas en el sistema penal. Por ejemplo si alguien le saca un ojo a una persona, puede purgar una condena de hasta seis años, sin embargo hay actualmente una pena más severa para un hombre que se atreve a darle una nalgada a una mujer en el metro, que puede ser castigado hasta por siete años de prisión”.
Afirmó que se trata de la primera vez que instituciones nacionales, especialistas en cada materia, exponen y realizan mesas de análisis para abordar la línea invisible en la que, si bien el crimen es un acto transgresor al ser humano, es interpretado y representado por el arte a través de su mirada estética, lo que permite al espectador comprender de mejor manera dicho fenómeno.
“En el contexto social, el crimen es noticia, drama y un detonante de preocupación que se refleja por medio de la creación. Sin embargo, pocas son las voces actuales que se han atrevido a darle lecturas fuera de lo establecido a fin de proporcionar una visión más amplia al respecto. Por ello, esta semana establece lazos entre áreas de conocimiento en apariencia alejadas a las ciencias penales”.
Octavio Fernández Barrios, director del Museo Nacional de la Estampa, dijo que actualmente en materia penal se siguen manteniendo muchos preceptos morales que van de lo religioso a diversos procesos que muestran que la justicia es endémica para la sociedad humana.
“Por ello en esta semana presentamos varios talleres, así como actividades y exposiciones que reflexionan acerca de obras como La divina comedia, la Capilla Sixtina, así como diversos grabados mexicanos que dan cuenta acerca de la justicia, el crimen y las ciencias penales en la sociedad”.
Comentó que por parte del Museo Nacional de la Estampa, se ha conformado la exposición Entre infiernos y bartolinas, en la Sala de Seminarios, de Instituto Nacional de Ciencias Penales, que incluye obras de Alfredo Zalce, Posadas, García Bustos y Leopoldo Méndez, además de instalaciones y obra representativa de los temas más importantes de las ciencias penales.
Asimismo, se contará con la presencia de especialistas para analizar al crimen como elemento inspirador desde diversas perspectivas: cinematográfica, literaria, científica y plástica, como las de María Fernanda Suárez, el escritor J.M. Servín, la neuropsiquiatra Feggy Ostrosky, y la artista plástica Bela Gold.
Con respecto al ciclo de cine, se incluirán películas como Ladrones viejos, El apando, Canoa, Los olvidados y Las Poquianchis, además de las mesas de discusión La sangre en blanco y negro: la palabra escrita y el cine; El crimen en serie, así como Arte, castigo, belleza y crimen.
Fernández Barrios recordó que desde la Grecia antigua se mantuvo la discusión acerca del arte como motor para los cambios profundos en la sociedad, transformando también las materias penales y las manifestaciones rituales en el uso del castigo contra quienes transgredían la ley.
“Las reflexiones sobre nuestro procesos legales han avanzado mucho gracias a la influencia del arte y de muchas instituciones que han respaldado sus funciones con procesos tecno científicos aplicados a la impartición de justicia. Muchas de las obras que encontrarán aquí tienen el propósito de invitarnos a reflexionar sobre la estructura legal de nuestra sociedad, la evolución en el tratamiento del delito y su relación con el arte.
La Semana de Artes y Ciencias Penales, se llevará a cabo del 15 al 20 de agosto, en el Instituto Nacional de Ciencias Penales, ubicado en la calle de Magisterio Nacional 113, Col. Tlalpan.