*._ Se le escapa la posibilidad de presidir la Mesa Directiva y la Jucopo
Como dice la canción “era demasiado bello para ser verdad”. ¿Qué? Que a Morena le corresponda presidir la Mesa Directiva en el primer año de ejercicio legal de la próxima Legislatura oaxaqueña, y la Junta de Coordinación Política en el segundo. Ese era el escenario derivado del resultado de los cómputos distritales de la elección del cinco de junio pasado, que le dio 9 diputados.
Por lo tanto la bancada de Morena en el Congreso oaxaqueño sería la segunda fuerza legislativa, después del PRI que obtuvo 16 diputados por ambos principios. Y el PRD entrará con una bancada de 7 diputados como tercera fuerza.
Pero como nunca falta un frijolito con gorgojo en el arroz, un fallo del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca (TEEO) le movió los números a Morena, pues revirtió el resultado de la elección en el distrito de Putla de Guerrero por irregularidades en la votación de una casilla, declarando el triunfo a favor de la coalición PRI-PVEM, cuya diputada electa formará parte de la fracción parlamentaria del Verde.
Entonces, Morena se quedaría con 8 diputados y diputadas, número que seguiría manteniendo a la bancada morenista como la segunda fuerza legislativa frente a la fracción del PRD con 7 diputados. Pero hay otro frijolito con gorgojo en el arroz. Resulta que uno de los diputados electos del PAN en realidad es del PRD, entonces la fracción parlamentaria perredista también estaría integrada por ocho diputados.
8 Morena / 8 PRD = Empate.
Verán: Carol Antonio Altamirano, siendo el presidente estatal perredista botó el cargo para irse como candidato a diputado por el distrito de Salina Cruz, postulado por la coalición PRD-PAN, pero con las siguientes especificaciones: “Partido al que pertenece: PAN”, “Fracción parlamentaria que integrará: PAN”
Mutó de perredista a panista para efectos de la postulación; de esos acuerdos fraudulentos bajo el argumento de que en la competencia en coalición ya no aplican las normas internas de los partidos, y hasta manipularon el tema de la equidad de género para reservarle el lugar.
Ahora Carol nuevamente mutará de panista a perredista. Es decir, tan pronto y como asuma el cargo de diputado se pasará a la bancada del PRD. Capaz que promueve su cambio antes, de modo tal de no aparecer pintado de azul en la foto de toma de protesta. ¿Podrá? Como sea, él se pasará; incluso, ya hasta anda buscando la coordinación de la bancada perredista.
Entonces, Carol más los 7 diputados originales del PRD sumarán ocho diputados de la fracción parlamentaria perredista. ¿Se dan cuenta? ¡El PRD y Morena tendrían igual número de diputados! Es así como quedarían empatados en la integración de su correspondiente grupo parlamentario.
NO PRESIDIRÍA LA JUCOPO
El número de diputados sería irrelevante, pero en función del número se determinan presidencias de comisiones, integración de las mismas, y, sobre todo la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), que por disposición legal, en el primer año la preside la fracción parlamentaria con mayor número de diputados; y en el segundo y tercer año, las bancadas que le sigan.
Por lo tanto, con 16 diputados y diputadas el PRI presidirá la Jucopo en el primer año de ejercicio legal de la próxima Legislatura oaxaqueña, a instalarse el 13 de septiembre; y en el segundo, Morena y el PRD tendrán que echarse un volado para saber a cual de los dos corresponde presidirla porque cada uno tendría ocho diputados, salvo que una resolución de la Sala Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación marque el desempate devolviendo la diputación de Putla a Morena.
Está por resolverse. Y el caso pinta complejo porque el PRI le atribuye a Morena dos casillas “zapato” (de esas donde todos los votos son a favor de un solo partido), en cuyo interior aparecieron hasta blocks completos de boletas electorales. Evidentemente, los morenistas niegan rotundamente ser autores de tal práctica indebida, conocida en el argot electoral como “mapachería”.
Bueno, hay otro modo de resolver el desempate: Que el PRI le preste un diputado a la bancada del PRD, o que la actual Legislatura haga reformas a la Ley Orgánica del Poder Legislativo previendo la solución a la hipótesis del empate.
En fin, que por lo pronto el panorama se le empieza a complicar a Morena, pues sin presidir la Jucopo no tendrá el control del presupuesto y ni de la administración del Congreso del Estado, ni el dominio político en distritos y municipios. Eso en el segundo año ejercicio legal de la próxima Legislatura, la cual será de dos años, por cierto.
TAMPOCO PRESIDIRÍA LA MESA DIRECTIVA
Ah, pero la complicación inmediata para Morena es la posibilidad o no, de presidir la Mesa Directiva del Congreso del Estado. La Legislatura anterior acordó que la presidencia de la Mesa correspondiera a la fracción parlamentaria en segundo lugar en cuanto a número de diputados, y lo mismo acordó la actual Legislatura, pues la ley es omisa al respecto.
Entonces, la solución la encontraron en el acuerdo político votado en el pleno.
Ahora el panorama es diferente: Hay un virtual empate en número de diputados entre Morena y el PRD, correspondiéndoles a ambos partidos el segundo lugar como fuerza legislativa. Entonces, difícilmente podrían llevar al pleno el modelo de acuerdo adoptado por la anterior y actual Legislatura; incluso, siendo Morena la segunda fuerza legislativa.
¿Por qué? Porque entonces un morenista encabezaría la ceremonia solemne donde el priista Alejandro Ismael Murat Hinojosa rinda protesta como Gobernador Constitucional del Estado de Oaxaca, con el riesgo que implican los diputados de Andrés Manuel López Obrador frente al PRI.
¡Imagínese que ese día los morenistas tomen la tribuna o el presidente de la Mesa Directiva suspenda la sesión solemne! Ups. Que Dios agarre confesados a los oaxaqueños. Y no es que todos sean devotos de Murat, pero Oaxaca ya no está para más desestabilización.
En fin, que no será fácil para Morena presidir la Mesa Directiva del Congreso del Estado como se preveía, porque puede ocurrir lo siguiente: Que la actual Legislatura modifique la Ley Orgánica del Poder Legislativo para establecer la definición de la presidencia de la Mesa, o que opere el acuerdo político para que cualquier otra bancada la presida, menos la morenista.
Porque en el primer año deberán aprobar, en su caso, las reformas estructurales de Murat Hinojosa, y el PRI requiere de los menores sobre saltos legislativos. Y en ruta al 2018, dejar a Morena el control del Poder Legislativo implicaría dejarle manos libres en Oaxaca, su bastión, y la posibilidad de ganar todo en la entidad.
***
Correo: rosyrama@hotmail.com