CRÓNICA POLÍTICA: Las expectativas de Alejandro Murat

El gobernador electo de Oaxaca, Alejandro Ismael Murat Hinojosa, se había mantenido al margen de los reflectores mediáticos. Adoptó, se entiende, una postura prudente frente al escenario caótico en la entidad debido al conflicto magisterial, agudizado a partir del enfrentamiento ocurrido en el municipio de Asunción Nochixtlán.
Incluso, después de reunirse con el gobernador saliente, Gabino Cué Monteagudo, como un primer acercamiento para acordar la entrega-recepción, Alejandro Murat se ausentó del todo. El encuentro se llevó a cabo el 13 de junio, apenas un día después de haber recibido su constancia de mayoría como gobernador electo.
Según se sabe, tomó unas vacaciones que al mismo tiempo le sirvieron para marcar cierta distancia ante la situación en Oaxaca y de cualquier asunto relativo a la entidad, por respeto al mandatario en funciones y para evitar situarse en el ojo del huracán innecesariamente.
A su regreso, Alejandro Murat empezó a despachar desde la Ciudad de México atendiendo a priistas ávidos por incorporarse a su gabinete, y los asuntos propios de su próximo gobierno. Y el conflicto magisterial y la consiguiente crisis en Oaxaca, ha sido tema prioritario en su agenda como gobernador electo; ha estado atento, según cuentan, pero sin asomarse públicamente.
Es probable entonces que de algún modo también participe en la lluvia de propuestas de solución que se vierten en la mesa de diálogo en la Secretaría de Gobernación. ¿Cómo? Quizá mediante pláticas privadas y acuerdos de facto con el mismo Presidente de México, Enrique Peña Nieto, su amigo y jefe político; a ninguno de los dos conviene una entidad incendiada; incluso, pláticas con los mismos integrante de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, adherido a la CNTE.
En fin, que Alejandro Murat ayer rompió su silencio sobre el tema magisterial, y declaró a El Universal lo siguiente: “Cuando gobierne, habrá resultados con la CNTE”; es el encabezado de la nota, donde se destaca haber dicho que “a partir del próximo 1 de diciembre, se enfocará a dar los resultados necesarios en cuanto al conflicto”.
Y “confía en establecer un diálogo” con los integrantes de la gremial. “El diálogo incluyente y respetuoso, es la vía para una solución justa y digna”, dijo.
Mmm. ¿Diálogo cómo? ¿En qué términos? Es entendible que en este momento no lo diga por respeto al gobernador saliente y porque hay una mesa de diálogo encabezada por la Secretaría de Gobernación. Pero el uno de diciembre, su primer mensaje como Gobernador Constitucional de Oaxaca debe incluir una propuesta de solución definitiva y duradera al conflicto magisterial.
Claro, los oaxaqueños (as) confían en que antes del uno de diciembre emane de la mesa de la Secretaría de Gobernación una solución que permita el levantamiento de los bloqueos carreteros; una solución por parte de la Sección 22 o por parte del gobierno. Antes, ¡porque imagínense esperar de aquí al primero de diciembre..!, para entonces ya quebraron y cerraron todos los comercios no solamente en la Ciudad de Oaxaca, sino también en el interior del estado. ¡Cuatro meses más de bloqueo sería una tragedia, un genocidio!
En fin, es probable que Alejandro Murat ya tenga en su poder la propuesta de solución, por eso se atrevió a prometer públicamente solución inmediata al conflicto magisterial en Oaxaca. Nada más que no sea entregar dinero a manos llenas a líderes magisteriales, como ocurrió en sexenios pasados; medida que no fue solución, sino ensanchamiento del problema.
La promesa de Alejandro Murat genera expectativa. Pero si la incumple, se corre el riesgo de que el conflicto magisterial prevalezca por los siglos de los siglos amén. Aunque, claro, la solución a la demanda magisterial de derogar la Reforma Educativa no corresponde al ámbito local; sin embargo, su derecho de picaporte en el despacho de Peña Nieto lo coloca en la perspectiva de un negociador “exitoso”, pues seguramente el Presidente de México nada le negará.
Presumiendo sus encuentros
Alejandro Murat también salió de su silencio en Twitter, red social donde ha colocado mensajes alusivos a las reuniones que ha sostenido con diversos Secretarios de Estado del Gobierno Federal, seguramente para tratar temas relativos a Oaxaca.
Y el lunes, en su cuenta de Twitter, Alejandro Murat, presumió haber sostenido una plática con el ex mandatario Heladio Ramírez López.
Escribió: “ @alejandromurat: Productiva reunión con el Ex Gobernador Don Heladio Ramírez platicamos sobre su experiencia y visión de #Oaxaca”
Sin duda, que fue productiva porque don Heladio ha sido uno de los mejores gobernadores que ha tenido la entidad oaxaqueña; amén de sus fallas, que también las tuvo. Alejandro Murat tiene mucho que aprenderle al mandatario de origen indígena, empezando por la prudencia, el trato amable, la voluntad política y la visión de estadista.
Ojalá algo le aprenda.
Y anoche, Alejandro Murat presumió la fotografía de un encuentro con el gobernador Gabino Cué y con Gerardo Gutiérrez Candiani, titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales; en el mensaje se dice que revisaron “la agenda conjunta para el desarrollo económico de Oaxaca”.
Como ven, Alejandro Murat anda activo trabajando sobre su ejercicio de gobierno, “amarrando”, digamos, acciones a favor de su gobierno en Oaxaca. Nada más no genere demasiadas expectativas, para evitar reveses electorales por incumplimiento.
Hay situaciones inentendibles
A veces en los círculos políticos se generan situaciones complejas, difíciles de comprender de un jalón. Por ejemplo, el hecho del desalojo del plantón de la Sección 22 de las instalaciones del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) precisamente la noche previa al domingo siguiente de las elecciones de gobernador, diputados locales y concejales a los ayuntamientos del cinco de junio pasado; y la detención de los principales líderes de dicha gremial, Rubén Núñez y Francisco Villalobos, mejor conocido como “Chico Pelón” y afín a Murat papá.
El desalojo y la detención ocurrieron la noche previa a la entrega de la constancia de mayoría a Alejandro Murat como gobernador electo.
¿Casualidad o causalidad? ¿Medida para evitar que cualquier asomo de violencia empañara la entrega de la constancia? ¿O medida para generar violencia en ese acto solemne celebrado el 12 de junio.
Ocho días después, el 19 de junio, ocurre el enfrentamiento en Asunción Nochixtlán.
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