Rumbo a su XXII Asamblea Nacional, priista plantean poner candado al ‘chapulinismo’ prohibiendo la postulación consecutiva por la vía plurinominal. O sea, sí a la postulación consecutiva, pero si ahora tienen un cargo de elección popular conseguido por representación proporcional, en el siguiente proceso electoral que compitan por el cargo de mayoría relativa.
Eso de saltar de un cargo a otro sin el menor esfuerzo, sin nunca haberse probado en las urnas electorales, sin haber ganado siquiera su sección electoral, es un vicio que los priistas deben eliminar por el bien del partido, del país entero y de las entidades federativas.
En antaño el PRI ocupaba las posiciones plurinominales (que son meramente de partido y solamente representan a éste rompiendo, incluso, principios constitucionales) para postular a sus mejores cuadros técnicos y políticos para dar la pelea en el quehacer legislativo y en los debates parlamentarios.
Ahora, todo se ha pervertido. ¿A quienes postulan por la vía plurinominal? A los hijos, a las esposas, a las amantes, a los compadres, a los yernos, y, entre otros tantos, a quienes hacen berrinche y amagan con irse a otro partido político cuando en ocasiones en realidad nada representan.
Ahí está el caso de Sylvana Beltrones Sánchez, diputada federal plurinominal del PRI por la Circunscripción Electoral número 1. Tiene sus ventajas ser hija de Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien además de la ha pasado saltando de la Cámara de Diputados a la Cámara de Senadores, y viceversa; ah, y ya también fue gobernador de Sonora.
Independientemente del talento de Sylvana, ser hija Manlio por supuesto que le allanó el camino en la política y en el servicio público. ¿O habría tenido la misma suerte si Manlio fuese obrero, campesino, barrendero o un profesionista común?
Lo mismo ocurre en el caso de Emilio Gamboa Patrón quien actualmente es coordinador del grupo parlamentario del PRI en el Senador de la República, cuya carrera parlamentaria ha sido por la vía plurinominal por los siglos de los siglos.
Y claro, cualquier ciudadano puede preguntarse: ¿Y de qué privilegios goza Emilio Gamboa o Manlio Fabio que se la han pasado de curul a escaño y de escaño a curul? ¿O qué secretos tan delicados saben para merecer vivir tanto tiempo del erario? ¿O cuánto aportan a las campañas electorales de los presidenciables? ¿O con quienes tienen sociedades?
Ciertamente, la experiencia es indispensable en el Congreso de la Unión. Pero el acumulamiento termina en vicio y en perjuicio. ¿Qué pueden aportar ya para el PRI y para el país personajes como Emilio Gamboa o Manlio Fabio? ¿Y políticos que siguen su misma trayectoria plurinominal? ¿Realmente qué representan?
Además, postular a los mismos a todo cargo de elección popular atenta contra los derechos político-electorales de los demás militantes un partido, en este caso del PRI. Hay muchos priistas que con verdadero merecimiento se han quedado sin acceder a la Cámara de Diputados Federal o a la Cámara de Senadores porque solo hay espacios para “vacas sagradas” que nada aportan al país ni a nadie representan.
¿Y EN EL ÁMBITO LOCAL?
Y en el ámbito local, que también se acabe el chapulinismo. O sea, que de diputados federales o senadores plurinominales, ahora pretendan convertirse en diputados locales por esa misma vía para llegar a tener, incluso, el liderazgo de la bancada y hasta la presidencia de la Junta de Coordinación Política.
O al revés, que los diputados locales plurinominales ahora quieran convertirse en diputados federales o en senadores por esa misma vía.
Por ejemplo, en Oaxaca el diputado local plurinominal del PRI, Samuel Gurrión Matías (por cierto, posición de Manlio Fabio Beltrones), anda recorriendo comunidades bajo el escudo de la gestión social con miras a pelear la postulación al Senado de la República tal vez también por representación proporcional, porque para mayoría no le alcanza. O ya de perdida, para reelegirse como diputado local pluri.
Y bueno, eso de recorrer las comunidades es un decir, porque suele viajar con frecuencia al extranjero, ¡siendo el presidente de la Mesa Directiva, lo cual le da el rango de presidente del Congreso local; inmerecidamente!
Apenas hace unos días en redes sociales lo exhibieron paseando en Francia.
Otro caso: La diputada local plurinominal María de las Nieves García Fernández, quiere ser senadora. Pero tampoco le alcanza para competir por el principio de mayoría relativa, máxime en una entidad tan compleja políticamente como Oaxaca. ¿Qué le queda? La opción de vía de representación proporcional o la reelección, si acaso el PRI decide postularla nuevamente.
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