CIUDAD DE MÉXICO / SemMéxico.- Ante el aumento de las mujeres que incursionan en el futbol profesional y de cara a la Copa Mundial 2026 es impostergable que dejen de vulnerar los derechos labores de las futbolistas, para ello es importante tener contratos por escrito que les aseguren un salario digno y justo, así como condiciones para su desarrollo profesional, que incluya las prestaciones que especifica la Ley Federal del Trabajo.
Las especialistas en temas laborales, deportivos y de la mujer, Guadalupe López García, Noemi Monroy Enríquez y Adrianelly Hernández Vega abordaron los retos que enfrentan las futbolistas profesionales en el marco del Quinto Seminario Retos y Perspectivas de los Derechos Humanos Laborales de las Futbolistas. Rumbo al Mundial 2026, organizado por la Red de Mujeres Sindicalistas y moderado por Rosario Ortiz Magallón.
En ocho años aumentó de cinco a 13.4 millones la participación de mujeres en el futbol profesional
A pesar de las condiciones de precarización laboral, las brechas salariales y la violencia que enfrentan las mujeres que se desempeñan profesionalmente en el futbol han aumentado de cinco millones en 2014 a 13.36 millones en 2019.
De acuerdo con las estrategias de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) al pasar de 30 millones de mujeres en el mundo que ya jugaban futbol en 2014 a 60 millones, la pregunta es será la incorporación laboral de las mujeres y cuál va a ser el papel de los Estados traducido en políticas públicas en los ámbitos recreativo, amateur y profesional.
Para la periodista y docente en Estudios de la Mujer en la UAM Xochimilco, Guadalupe López García, son las mujeres quienes vienen empujando todos los cambios en el ámbito deportivo. En el caso del futbol, debe entenderse no como una actividad recreativa y profesional, sino como un ejercicio de ciudadanía, de participación social y de adquisición de autonomía y poder.
En el marco de los Seminarios sobre las futbolistas mexicanas convocados por la Red de Mujeres Sindicalistas (RMS) se refirió a la resistencia al cambio de las estructuras machistas, patriarcales, discriminatorias de la Federación Mexicana de Futbol y los clubes con la creación de la Liga MX Femenil.
“El Estado aparece desdibujado, como si no tuviera injerencia para promover mejores condiciones de las mujeres, como los salarios o combatir el acoso sexual, un delito invisibilizado que se ve como hechos aislados y escándalos de indisciplina”, puntualizó.
Incluso se refirió al silencio del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) ante los hechos que desataron el escándalo de la sub-20 en julio pasado por acoso. Si hubo algún pronunciamiento, no se difundió, o tal vez esperaban la denuncia penal como lo requieren para cualquier denuncia de violencia contra las mujeres. Sabemos, dijo, que una denuncia en el ámbito deportivo por parte de las futbolistas, entrenadoras o árbitras acabaría con su carrera.
Respecto a algunas iniciativas en el ámbito deportivo, López García resaltó que están lejos de ser políticas públicas. A nivel internacional hay inconsistencias, y mencionó que en 2019 se firmó el primer memorando de acuerdo entre ONU Mujeres y la FIFA para lograr que el futbol sea más accesible a mujeres y niñas. Otro memorando similar se firmó en 2021 por ONU Mujeres y la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol), pero México pertenece a la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Futbol (Concacaf).
Hay un acuerdo internacional que llama la atención, puesto que tiene que ver con los derechos laborales y se firmó ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en septiembre de 2021. Es el primer Acuerdo Laboral Global entre la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), que agrupa a 66 sindicatos nacionales y el Foro Mundial de Ligas para mejorar las condiciones de trabajo de las y los jugadores, en el que se reconoce el impulso a la rama femenil.
El convenio es de gran trascendencia, sin embargo, debemos recordar que desde hace tiempo, en México, todo intento de organización sindical por parte de los jugadores ha desaparecido.
En junio de 2018, en el marco de la campaña Nosotros por Ellas (He for She) de ONU Mujeres, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) –junto con otras instituciones y empresas– organizó el Primer Torneo Relámpago Súper Liga Universitaria Femenil Futbol 7 bajo el lema “Por un futbol sin estereotipos de género”, torneo que se llevó a cabo sin mayor trascendencia.
En noviembre de 2019, Inmujeres, la Unidad de Igualdad de Género de la Secretaría de Educación Pública y la Conade presentaron la Unidad de Género para esta última dependencia con la intención de incorporar la perspectiva de género y no discriminación en las políticas públicas de cultura física y deporte, y visibilizar la participación de las mujeres en esos ámbitos.
La docente enfatizó que la falta de diagnósticos en los deportes genera invisibilización sobre la situación de las mujeres, en este caso, de quienes participan en la industria del futbol, como jugadoras, entrenadoras, árbitras.
Lo que hay son deportistas que alcanzan relevancia internacional, pero en muchas ocasiones lo han logrado con sus propios recursos, no como resultado de una política pública deportiva que ponga en el centro a las mujeres, como dice el lema del gobierno federal.
Las futbolistas tienen derecho a ser asesoradas legalmente
ParaNoemi Monroy Enríquez, abogada especialista en derecho laboral deportivo, las futbolistas deben tener bien claro que tienen derechos como cualquier persona trabajadora que recibe remuneración de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, lo cual también se especifica en la Ley General de Cultura Física y Deporte. “Tienen derecho a tener un contrato de trabajo, a un salario digno, derecho a la salud, a la organización sindical”, subrayó.
Advirtió que la actividad laboral como deportista es muy corta, por lo cual requieren de un trato digno como trabajadoras para ver cómo va depender su estabilidad después de esta actividad.
Detalló que existe una percepción incorrecta o mala praxis, las cuales han vulnerado el derecho laboral de los deportistas como trabajos especiales, lo que no da cabida a tener menos derechos. Enfatizó la importancia de estar conscientes de que los derechos laborales son irrenunciables.
El principal derecho de las futbolistas es recibir un contrato por escrito de acuerdo con lo estipulado en la Ley Federal del Trabajo, y confirmado en el estatuto de la Federación Mexicana de Futbol. Tienen derecho a revisar las cláusulas y quedarse con una copia, aunque reconoció que en la realidad no sucede así y los empleadores argumentan que son machotes.
También tienen derecho a ser asesoradas legalmente para que estén bien informadas de los compromisos y obligaciones que aceptan. Deben tener claro qué salario van a recibir, por cuánto tiempo, si será por temporada, en qué modalidad y cómo se les va a pagar. Por desconocer lo que firman se da la vulneración de los derechos, puntualizó.
En el caso de las transferencias especificó que estas no deben realizarse sin el consentimiento de las futbolistas. Dentro de estas transferencias es importante participar en las primas, los porcentajes, cómo van los aumentos, cuál es el tope, que se tome en cuenta antigüedad en el club y en el deporte.
Noemi Monroy aseguró que actualmente estas negociaciones entran en el llamado “Pacto de Caballeros” entre las empresas deportivas y los dueños de los clubes que lo hacen sin consultarlas.
Recomendó revisar las cuestiones de indisciplina, así como también exigir un trato respetuoso por parte de compañeras, jueces, árbitros. Además de especificar si alguna indisciplina requiere del conocimiento del Ministerio Público.
La capacitación y el adiestramiento es otro derecho que debe quedar bien especificado, como lugar y horarios que establece el club. Los viáticos en alimentos y hospedajes que no se pueden reducir del salario porque es obligación de las empresas o clubes cubrirlo.
El servicio médico es otro derechoque tiene que ser garantizado por el club, ya sea privado o provisto directamente en la empresa, y que no pongan en riesgo la integridad física de las jugadoras. No las pueden obligar a realizar esfuerzos excesivos que pongan en riesgo su salud. Deben tener derecho a que se les remunere económicamente ante cualquier incapacidad y que, incluso, les aseguren una prima económica por alguna situación futura que ocurra en detrimento de la salud.
La abogada mencionó que ha estado trabajando en el derecho a la asociación sin interferencia de las empresas. Incluso en el derecho a recibir un reparto de utilidades por las ganancias de la empresas deportivas o clubes por el desempeño de las jugadoras. Derecho a contratos más largos no solo por temporadas, días de descanso, vacaciones.
Que la libertad de trabajo y el ejercicio de la profesión se garantice con el contrato colectivo, esto incluye decidir con quién “quiero ir a trabajan y con quién no”. El respeto al derecho a la huelga y a la contratación colectiva. También otros derechos como licencia de maternidad o paternidad, guardería, por viajes; que no se les coarte el derecho a tener una familia, todo ello son derechos humanos laborales.
Romper pactos patriarcales, la barrera a la que se enfrenta el futbol femenil
La periodista, investigadora y docente Adrianelly Hernández Vega propone romper los pactos patriarcales en el futbol femenil que se manifiesta, por ejemplo, cuando los directivos nombran a sus amigos más cercanos, sin experiencia, a cargo de los clubes femeniles. O en la ocultación de hechos de acoso sexual o laboral, cuando a los agresores no los dejan sin trabajo, sólo los cambian de clubes, y existe la complicidad de los medios de comunicación, que en sus líneas editoriales justifican o callan estas situaciones.
Lo que más le indigna a Hernández Vega es que todavía existan sueldos de cuatro mil 500 pesos mensuales a cinco años de la creación de la Liga MX Femenil. Ni pensar en gastos de transporte, alimentación y alojamiento que por Ley les corresponde.
La situación laboral para las futbolistas no es igualitaria entre países. En México y España las futbolistas han logrado mejores condiciones, aunque no tanto entre clubes a nivel nacional. Refirió que las futbolistas estadunidenses lograron un acuerdo para igualar sus salarios con sus pares varones, y en España el sueldo mensual mínimo es de mil 600 euros y al año 20 mil euros.
“Lo primero que debe ocurrir en la Liga Femenil es establecer un salario mínimo que permita darles certeza a las mujeres futbolistas a la hora de contratarse, como ocurre en las ligas profesionales de España o Estados Unidos”. Hernández Vega insistió en que estos casos no son suficientes; a pesar de que existen figuras femeniles mediáticas y campeonas olímpicas, en comparación con los varones en el balompié, las diferencias siguen siendo enormes.
Mencionó que a nivel nacional e internacional se sigue manejando que el futbol femenil no es negocio, como el comentario que hizo un directivo de Argentina cuando se le preguntó sobre el futbol femenil. País en donde murió una de las futbolistas que viajaban en un vehículo particular porque el club no les contrató transporte.
Recordó que las futbolistas estadunidenses decidieron demandar a su propia federación, lo cual no fue sencillo, pues predomina el miedo a perder su trabajo. Fue una situación complicada, ya que lo hicieron el 8 de marzo de 2019, días antes del Mundial de Francia.
Finalmente, las 28 jugadoras de la Selección de Estados Unidos, entre ellas la delantera Alex Morgan, junto con Megan Rapinoe, ganadora del Balón de Oro de la FIFA en 2019, lograron un acuerdo histórico para igualar los pagos respecto a sus pares masculinos después de seis años de denuncias de discriminación salarial.
Actualmente, el futbol femenil estadunidense enfrenta un escándalo por una serie de acosos y abusos sexuales y emocionales que involucra a varios equipos y entrenadores.
Respecto al futbol femenil en España, Adrianelly refirió que ganaron el contrato colectivo, donde se abordan temas licencia por salud mental, de maternidad, espacios para la lactancia, guardería y poder llevar a sus bebés cuando tienen que viajar. Al respecto, detalló que casi nadie se embaraza, pero si lo hacen van a tener una estructura que las respalde.
Ahora están discutiendo el uso de la imagen y mejores condiciones laborales, que quienes dirijan la selección tengan capacidad, pues poner a gente sin experiencia no aporta buenos resultados. Sin embargo, ante estas demandas se las califica de rebeldes y que actúan por capricho.
En cuanto a México, señaló que ya no se puede despedir a una jugadora por embarazo, la FIFA obliga a dar licencias por maternidad. Este el caso de Esmeralda Verdugo, del Tijuana, quien en agosto pasado anunció su embarazo y va a cobrar por lo menos tres cuartos de su salario.
AM.MX/fm
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