Descifran glifos mayas sobre supuesto «fin del mundo»

México, D.F.- Lejos de las versiones de una fecha catastrófica, los jeroglíficos mayas contenidos en el Monumento 6 del sitio de Tortuguero, en Tabasco, aluden a un evento mítico previsto para el 21 de diciembre de 2012, durante el solsticio de invierno, en el que Bahlam Ajaw, un antiguo gobernante de ese lugar, se vislumbra a futuro como el anfitrión de Bolon Yokte’, una deidad que retornaría ese día, cuando se termine una era y comience otra.

Lo anterior fue dado a conocer por epigrafistas mayas quienes efectuaron una nueva lectura de dicho monumento, resguardado en el Museo “Carlos Pellicer Cámara”, que ha llamado la atención mundial en los últimos años, debido a que consigna el fin de una era en la cuenta larga del calendario que usó esa antigua cultura.

Reunidos en Chiapas, donde se desarrolla la VII Mesa Redonda de Palenque, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y que se efectuará hasta el próximo viernes, los especialistas expusieron los avances en el desciframiento de las inscripciones glíficas del Monumento 6 de Tortuguero.

Al respecto, Sven Gronemeyer, de la Universidad de La Trobe, Australia, dio a conocer que junto con su colega Barbara Macleod, realizó una nueva interpretación del texto esculpido en el siglo VII d.C., y en cuyo panel derecho se registra la citada fecha, que alude a la conclusión de un ciclo de 5,125 años.

En dicho panel, explicó, se hace referencia a esta culminación de 13 baktunes (cada bak’tun se compone de 400 años), periodo en que se completaba un ciclo de creación y comenzaba otro. Asimismo, se menciona que para esa fecha sería investida la deidad Bolon Yokte’, uno de los dioses que participaron en el inicio de la era actual, en 4 Ajaw 8 Kumk’u, que en el calendario juliano correspondería al 13 de agosto de 3114 a.C.

Pero lo más interesante —abundó el epigrafista alemán— es que este hecho está ligado con la propia historia de la antigua ciudad maya de Tortuguero, pues en el Monumento 6 aparece citado el gobernante Bahlam Ajaw (612-679 d.C.), de modo que “la mención del evento futuro de la terminación del décimo tercer bak’tun, sitúa a dicho señor en una narrativa mítico-histórica, conectando el inicio de la era en curso (4 Ajaw 8 Kumk’u), con su reflejo en el futuro”.

La aparición en el texto de Bolon Yokte’ —continuó— indica que “para la elite de Tortuguero era evidente que debía preparar el terreno para el retorno del dios, y el gobernante Bahlam Ajaw sería el anfitrión de su investidura. Esta deidad maya (Bolon Yokte’), vinculada con la creación y la guerra, incluso podía ser personificada por los gobernantes”.

Después de la mención del fin de 13 baktunes, en el Monumento 6 se consigna la fecha 4 Ajaw 3 K’ank’in (21 de diciembre de 2012), como el inicio de la nueva era. Así, el dios Bolon Yokte’ presidiría ese día teniendo como escenario el santuario de Tortuguero, lugar donde alguna vez estuvo colocada dicha estela.

“La aritmética del calendario maya demuestra que la terminación del décimo tercer Bak’tun simplemente es el fin de un periodo y la transición a un ciclo nuevo, aunque esa fecha está cargada con un valor simbólico, como la reflexión sobre el día de la creación”.

“El señor de Tortuguero, Bahlam Ajaw, se muestra como el garante de esa transición temporal, respaldado por sus dioses patrones. En la eternidad del tiempo, la investidura de Bolon Yokte’ para supervisar el fin del décimo tercer Bak’tun es un pequeño paso para un dios, y no necesariamente un gran salto para la humanidad”, advirtió Gronemeyer en su ponencia titulada El fin, no cerca está: el calendario maya y la terminación de 13 Bak’tun según la perspectiva de Tortuguero, Tabasco.

Por su parte, el también epigrafista Erik Velásquez, de la UNAM, al reflexionar sobre el tiempo histórico en las inscripciones mayas, enfatizó que la historia —en el sentido que la entendemos actualmente—, como narración de acontecimientos humanos, fue una preocupación secundaria de los escribas mayas.

Ellos (los escribas) enfatizaban los actos rituales sobre cualquier otro aspecto de la vida de la nobleza, de manera que al estudiar las inscripciones pueden hallarse relaciones complejas entre el tiempo, las esculturas y los edificios.

Recordó que en el Monumento 6 de Tortuguero, el momento culminante está marcado con el momento en que se hizo un ritual de dedicación del edificio que contuvo esta inscripción, en 669 d.C. El texto coloca este suceso con relación a la consagración de un baño de vapor, ocurrida más de siglo y medio antes, así como con la terminación de 13 baktunes que tendría lugar en 2012.

“En la antigua concepción maya, el tiempo se construyó igual que las esculturas y los edificios que las contenían, los periodos tenían conciencia, voluntad, personalidad y se comportaban como humanos”, concluyó.