El exhorto “ciééérrale”, aún está presente en la memoria colectiva como parte de una campaña que en los ochenta del siglo XX promovió el cuidado de el agua; los organizadores de la Tercera Semana de la Diversidad Biológica, señalaron al dar a conocer el contenido de esta reunión, que en la actualidad, las acciones deben ser más profundas y participativas que entonces, con la inclusión de todos los sectores de la sociedad.
Reunidos en la Biblioteca de México José Vasconcelos, sede del ciclo del 20 al 26 de mayo, el director de Comunicación de la Ciencia, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), Carlos Galindo Leal, acompañado por Jurgen Hoth, director de la Fundación Bosque de Agua, y Marco Antonio Gómez, representante de la empresa privada ICA Flour Daniel, dio a conocer las actividades que se han programado para esta tercera reunión.
Carlos Galindo Leal detalló que se contempla la realización de conferencias, videos, exposiciones, espectáculos culturales y actividades vinculas a la ciencia ciudadana; además, Antonio Isaac Gómez Quiñonez estrenará su Sinfonía Electrónica número 3: oscilaciones de la naturaleza, compuesta especialmente para la ocasión, que incluye sonidos tomados de la naturaleza, que será ejecutada con sintetizadores diseñados especialmente para la obra.
Los especialistas señalaron que las cifras relacionadas con la pérdida de hábitat en todo el mundo, que en el caso de México presentan índices muy altos, prevén un futuro bastante precario para docenas de especies endémicas que en los últimos años han registrado pérdidas graves, como es el caso del ajolote mexicano, que prácticamente está extinto, así como varios tipos de plantas y flores.
Hesiquio Benítez Díaz, director de Cooperación Internacional e Implementación de la CONABIO, resaltó que la pérdida de los mantos acuíferos, el desperdicio del agua y los consecuentes cambios en las zonas naturales, es provocada fundamentalmente por un profundo desconocimiento y falta de compromiso por parte de la población en general, que se refleja en actitudes cotidianas como el desperdicio del agua y el tirar desechos de todo tipo.
“Un ejemplo claro es lo que ocurre en Xochimilco, donde por tradición, las poblaciones que rodean la zona acuífera tirar los desperdicios sólidos o líquidos, orgánicos y sintéticos, a las aguas de esta zona, eso no tiene qué ver con ninguna política fallida, o con la negligencia de alguna empresa privada, es un reflejo de la falta de conocimiento en la población respecto a lo que provoca con este tipo de acciones.
“La referencia mencionada a aquella campaña de los ochenta, la de ‘ciééérrale’, en su momento aportó algo sobre este problema, pero enfrentamos una situación en la que el gobierno no es la única instancia responsable del cuidado de de la biodiversidad o los recursos naturales del país, o del mundo si nos ponemos exigentes, sino de toda la sociedad; el cambio que debemos generar es que, por ejemplo, una mecánico en vez de pensar que no debe tirar el aceite con trabajo a la coladera porque lo van a multar, sino que es algo que no se hace porque no está bien, porque causa problemas al entorno natural; es algo que suena casi de broma, pero que en realidad es muy importante alcanzar un punto en el que cada uno de nosotros cuide el agua, que es en esta ocasión el tema de la reunión”.
Mientras que el director de la CONABIO, Carlos Galindo Leal, comentó que los participantes ofrecerán durante los días en que esta se desarrolle una serie de ponencias en las que abordarán desde la perspectiva científica los daños causados al entorno natural, los problemas más urgentes por atender, así como reflexiones acerca de cómo se deberían configurar campañas de prevención. El detalle del programa puede ser consultado en www.biodiversidad.gob.mx/SDB.
JRA
