Oaxaca.- Hoy lamentamos la muerte de don Samuel Ruiz, sin duda un gran personaje. 1994 es el año que marcó su historia con el levantamiento en Chiapas, lejos del espectáculo, como muchos lo llamaron, la atención de los periodistas estaba centrada en él, se encerraba en la catedral de San Cristóbal o cuando se subía al carro, nada más no había manera de alcanzarlo.
Recordemos que él fue mediador en este conflicto, pero además debemos resaltar su excelente sentido del humor al dar los partes informativos en plena homilía dominical a las 11 de la mañana, entender lo que decía era una verdadera locura ¡pues era el parte informativo acompañado de pasajes bíblicos! Sin embargo, dependía mucho del humor con el que estuviera ese día, es imperdonable no reconocer sus cualidades: divertido y genial en lo que hacía.
La Procuraduría General de la República y la Secretaría de Gobernación empezaron toda una campaña de desprestigio, infamias; siempre fue una persona, muy humana, cambió la ostentosidad religiosa por lo cómodo, que al final de cuentas fue lo que lo acercó a esta gente quienes lo llamaban El caminante, Tatic.
Siempre trató de hacer un poco de justicia para esa gente, su autoridad moral era altísima, por todas estas cosas la clase religiosa lo odiaba con toda el alma, afortunadamente “los hombres y su obra permanecen”, el ganó la partida con el cielo, lo entierran precisamente en la catedral de San Cristóbal de donde se retiró ya desde hace algunos años.