Durga Puja, el festival multitudinario hindú que fusiona devoción, arte y mensajes sociales

Durga Puja, inscrita por la UNESCO en 2021 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, transforma el estado indio de Bengala Occidental en el festival de arte público más grande del mundo, donde se fusionan la devoción, el arte y mensajes sociales.

Este festival no es solo una celebración religiosa, sino un acto colectivo que involucra a toda la ciudad, especialmente Calcuta. Durante unas noches de otoño, los barrios construyen templos temporales llamados pandals, artesanos moldean la diosa Durga en arcilla, tambores resuenan en las calles y millones de personas recorren estas galerías al aire libre iluminadas.

Más que un espectáculo, Durga Puja es comunidad: clubes locales recaudan fondos, familias colaboran, artesanos trabajan juntos y la economía local florece gracias a la comida, la música y el arte. En esta ciudad tan diversa, barreras sociales como clase, casta o etnia parecen desaparecer.

La victoria de Durga, una de las deidades femeninas más poderosas del hinduismo, sobre Mahishasura, simboliza la victoria del bien sobre el mal. Pero también representa la comunidad frente al aislamiento, la creatividad frente a la rutina y la colaboración frente a la jerarquía.

Reconocimiento de la UNESCO

En 2021, la UNESCO reconoció Durga Puja como “la mejor manifestación pública de religión y arte, y un terreno fértil para artistas y diseñadores colaborativos”. Tim Curtis, representante de la agencia en India, destacó que es un patrimonio vivo, transmitido año tras año a través de la artesanía, renovado con nuevos temas y que une comunidades sin importar su clase, fe o idioma.

Durga Puja también es un motor económico importante: en 2019, se estimó que las industrias relacionadas generan 4,53 mil millones de dólares, el 2,58% del PIB de Bengala Occidental. La creatividad en los pandals es impresionante, con reproducciones desde la Capilla Sixtina hasta palacios famosos.

Arte con mensaje

Este año, algunos pandals llevan mensajes sociales urgentes. Por ejemplo, uno promueve la agricultura sostenible, mostrando 280 variedades de arroz para destacar la biodiversidad y los peligros de los pesticidas. Otro fusiona la devoción con la inteligencia artificial, con imágenes de Durga en un entorno digital futurista, recordando que la fe y la tecnología pueden coexistir.

Los visitantes reaccionan con sorpresa y reflexión. Mientras algunos valoran el avance tecnológico, otros advierten sobre los riesgos de mal uso, como la desinformación. Otro pandal dedicado al “sonido” alerta sobre la desaparición de los sonidos naturales en la ciudad, como el canto de los pájaros, y llama a la acción comunitaria para recuperar la biodiversidad.

Otros temas incluyen la dignidad de sobrevivientes de ataques con ácido y la conservación del agua, sensibilizando a jóvenes y adultos por igual.

Durga Puja para todos

En 2025, la UNESCO y la ONU en India, junto con organizaciones de personas con discapacidad, lanzaron directrices para hacer el festival accesible. Esto incluye rampas, señalización en braille, intérpretes de lengua de señas y espacios tranquilos, garantizando que nadie quede excluido.

Este esfuerzo refleja el compromiso con la participación cultural como un derecho humano, respaldado por la legislación india y los compromisos internacionales.

Un laboratorio vivo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Durga Puja es mucho más que una tradición; es un laboratorio vivo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, traduciendo conceptos como inclusión, sostenibilidad y equidad en experiencias reales y compartidas. Como dice el coordinador residente de la ONU en India, Shombi Sharp: “Aquí, la inclusión, la sostenibilidad y la creatividad se viven, se sienten y se experimentan”.

Así, Durga Puja demuestra que el patrimonio cultural no solo conserva el pasado, sino que también ayuda a construir un futuro mejor.

 

 

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