Marcelo Ebrard Casaubón consiguió el cobijo de Movimiento Ciudadano (MC), o en específico de su dueño Dante Delgado Ranauro, para conseguir una diputación federal, impunidad y foro político para los próximos tres años.
Ese agrupamiento político aprobó este viernes por la noche la integración del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF) a la lista de candidatos plurinominales junto con cuadros políticos provenientes de otras fuerzas políticas.
Algunos de ellos: Manuel Espino, ex presidente del Partido Acción Nacional (PAN); Rafael Ochoa Guzmán, ex secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y gente de confianza de la ex lideresa Elba Esther Gordillo, y la ex priísta y ex perredista chiapaneca María Elena Orantes.
Teléfono Rojo hizo dio el adelanto de este paso político con la siguiente nota:
MEXICO, DF.- Se le hizo.
Marcelo Ebrard Casaubón tendrá cargo público, generosos ingresos a cargo del erario, foro para lanzarse contra el gobierno y fuero para no ser procesado sin no se le quita el amparo legal.
Será diputado federal, plurinominal para no someterse a la prueba del voto, por el Movimiento Ciudadano (MC) gracias a sus exitosas negociaciones con el líder permanente de ese agrupamiento, el veracruzano Dante Delgado Ranauro.
El dueño del MC ha convocado para esta tarde-noche –oficialmente a las 18:00 horas pero la sesión comenzará cerca de las ocho de la noche- a su Consejo Nacional a fin de dar carta de naturalización a la postulación del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF).
La semana pasada el propio Delgado Ranauro rechazó registrarlo como candidato y menos darle la coordinación de su bancada en la próxima Legislatura, hecho que fue interpretado por Ebrard Casaubón como un sometimiento al presidente Enrique Peña Nieto.
-No me quieren porque filtré los datos de la Casa Blanca –dijo a sus colaboradores en referencia a la residencia de la primera dama Angélica Rivera en Lomas de Chapultepec, secundada con más información sobre otra propiedad del primer mandatario.
Antes había buscado al presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, a quien prometió “información delicada” de miembros del gabinete presidencial, del coordinador priísta en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, el jefe de Gobierno Miguel Mancera y otros políticos de primer nivel.
Lo haría, le dijo, si él evitaba, con el voto de los legisladores panistas, que en comisiones y en San Lázaro se aprobara el envío de un extenso expediente sobre corruptelas, desvíos, sobreprecios y pésima administración al construir la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo, Metro.
No se sabe la respuesta de Madero, pero seguramente no hubo entendimiento porque Ebrard continuó sus negociaciones con dirigentes de otros agrupamientos para asegurarse el cargo, las dietas, el fuero y el espacio para promoverse.
Cuando Delgado Ranauro le dijo que no, Ebrard Casaubón buscó a Andrés Manuel López Obrador para llevar el respaldo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en su candidatura para la Cámara de Diputados.
La cita fue el lunes pasado pero enfrentó la oposición del llamado presidente de Morena, Marti Batres Guadarrama, a quien despidió de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) de la capital cuando lo criticó por reconocer y reunirse con el entonces presidente Felipe Calderón.
Hoy Ebrard critica al Partido de la Revolución Democrática (PRD) y a su cúpula dirigente, toda perteneciente a la corriente de Los Chuchos –Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete…-, por dialogar con el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Por eso le negaron la candidatura y esta mañana, cuando recibió el visto bueno de Dante Delgado, anunció que renuncia a su militancia en el PRD, de donde ya había sido despedido, denigrado y pateado por sus traiciones políticas.
La respuesta provino del presidente Carlos Navarrete, cuyo texto es el siguiente:
“La salida de Marcelo Ebrard del PRD es la crónica de una renuncia largamente anunciada. Muchos anuncios, muchos amagos, pocas razones.
“En reiteradas ocasiones Marcelo venía manifestando su desacuerdo con el papel del partido como impulsor de las reformas progresistas que nuestro país ha demandado por décadas. Ello podría ser atendible pero como él mismo dice, si este desacuerdo lo manifestó desde principios de 2013, ¿por qué entonces hasta ahora la renuncia?, ¿por qué renuncia hasta que no resultó electo como candidato plurinominal? Finalmente es una decisión respetable aunque en ella el ingrediente principal lo es el interés personal, antes que el del partido y el del país.
“En el PRD se le dieron varias oportunidades a Marcelo Ebrard. De reciente afiliación, se le apoyó para que fuera candidato a Jefe de Gobierno en la Cd. de México. Años después, tuvo la posibilidad de ser candidato presidencial y declinó. Ahora, al no obtener una candidatura a diputado federal por el PRD, decidió buscar nuevos caminos. Probablemente nos seguiremos encontrando en la lucha por un mejor país. Lamentamos que cuando, tras un proceso democrático de carácter electivo no se ve favorecido, decida apartarse de las filas del partido.
“La militancia del PRD es mucho más importante que algunas figuras o liderazgos. Quienes nos quedamos en el PRD seguiremos luchando para seguir construyendo el México al que aspiramos”.
INF./TELEFONO ROJO