Hace casi cien años un joven Ernest Hemingway acudió a pescar truchas en un río remoto de Michigan.
La pesca fue buena, y la inspiración que el escritor halló en aquellos parajes, inestimable.
De aquel viaje surgiría el relato El río de dos corazones, publicado en 1925.
La obra describe en realidad el río Fox, que todavía hoy sigue siendo un paraíso para los pescadores.