El histórico condado de Lanarkshire cobija en el centro de Escocia un rincón con bosques, valles y pueblos medievales, situados cerca de modernas ciudades como Glasgow.
Una hermosa forma de recorrerlo es a bordo de un tren histórico que, a ritmo lento, discurra entre bucólicos parajes como el de la imagen, en el que aparece el río Avon.
The Jacobite, por ejemplo, una locomotora a vapor que enlaza Fort William y Mallaig, o la línea Stirling-Inverness, que finaliza en la ciudad que ejerce de entrada a las Highlands escocesas.
Una visita imprescindible es Hamilton, la tranquila capital del condado, cuyo Low Parks Museum muestra el pasado rural del territorio, aún reconocible en el pueblo de Biggar, surcado de calles y puentes de piedra.
