Esparta…donde los esclavos eran más esclavos

Dentro de la sociedad esclavista de la antigua Grecia, Esparta ocupa un lugar especial tanto por su peculiar sistema como por la crueldad del trato que daba a sus esclavos. Por eso Critias, un político ateniense del siglo V a.C., dijo que en ningún otro lugar «los libres eran más libres ni los esclavos más esclavos».

Para explicarlo hay que remontarse al siglo X a.C., cuando los griegos de estirpe doria invadieron el Peloponeso y ocuparon las fértiles tierras del valle del Eurotas –la región de Laconia– y esclavizaron en masa a sus habitantes. Los dorios les arrebataron sus tierras y les obligaron a seguir trabajándolas para ellos.

Estos esclavos recibieron el nombre de ilotas, palabra de origen incierto que los autores antiguos relacionaban con la raíz del verbo «capturar», lo que se aviene bien con la condición de estas gentes como cautivos de guerra.

Más tarde, en el siglo VIII a.C., los espartanos, tal vez empujados por la superpoblación, se lanzaron a la conquista de la vecina región de Mesenia. Tras una guerra larga y sangrienta se hicieron con su control y sometieron a sus habitantes a la esclavitud.

Los mesenios esclavizados se convirtieron en ilotas; más tarde, en el siglo V a.C., el gran historiador ateniense Tucídides diría que «la mayor parte de los ilotas la constituyen los descendientes de los antiguos mesenios reducidos a la esclavitud».

Como los otros ilotas, los mesenios siguieron cultivando sus tierras y pagaban un fuerte tributo a sus nuevos amos. Según el poeta espartano Tirteo: «Como burros agotados con grandes pesos, llevaron a sus dueños, bajo la forzada desventura, la mitad de los frutos que produce la tierra».

La peculiar forma de vida de los ciudadanos de Esparta, consagrados a la milicia, sólo fue posible por esa masa de esclavos que trabajaba las tierras para su sustento. A la vez, este gran número de esclavos debía ser controlado con gran celo para evitar revueltas. Así se creó aquella Esparta que los autores antiguos comparan con un campamento siempre en armas.