La existencia de los exoplanetas gigantes podría deberse a que giran en dirección contraria a su estrella madre, propusieron en un modelo científicos de la Universidad Northwestern de Illinois.
Alrededor de 25% de los llamados gigantes gaseosos mantienen una órbita retrógrada respecto al giro de su estrella madre, un fenómeno que contradice la teoría estándar que explica la formación planetaria, según la cuál un planeta debe girar en la misma dirección que su estrella, tal y como ocurre en nuestro Sistema Solar.
En el último número de la revista Nature, el equipo encabezado por la astrofísica Smadar Naoz detalla un modelo que da cuenta de todas las propiedades de los también conocidos como «Júpiter calientes», algo que hasta ahora no se había logrado.
Los modelos existentes hasta la fecha describían cómo una estrella binaria distante puede producir inclinaciones en la órbita de los «Júpiter calientes», pero no detallaban cómo se pueden generar órbitas retrógradas respecto al momento angular total del sistema.
Este tipo de exoplanetas orbitan a una distancia 100 veces más próxima a su estrella madre de lo que lo hace Júpiter, y en algunos casos su trayectoria no está alineada con el eje de rotación de su estrella.
El análisis de los científicos concluye que, en un sistema solar con varios planetas, el momento angular del más cercano a su estrella no tiene que ser constante, y puede eventualmente ser retrógrado.
Agencia El Universal