Expo Sexo…aún sin sexo en vivo miles la visitan

Primera jornada de Expo Sexo en el Distrito Federal. Miles de personas abarrotan las plantas 4, 7 y 8 de ExpoReforma, recinto donde se celebra el festival erótico por excelencia de la capital.

En uno de los despachos del lugar se encuentra Fernando Deira, quien en sus años mozos, en el seminario suspiraba por convertirse en cura.

Hoy, convertido en un magnate del porno en México, firma los últimos contratos de las estrellas eróticas que han venido de varios puntos del mundo para mostrar su sensualidad.

Deira, con poco más de 40 años es dueño de la productora cinematográfica SexMex y promotor de esta feria del sexo, que tiene de todo menos sexo en vivo.

Y se lamenta:

“No pudimos realizar este tipo de espectáculo. Nunca nos los han permitido. El Gobierno del Distrito Federal nos lo prohibió. Nos lo ligan con trata de personas o prostitución”.

Deira viste saco y camisa negra, que combinan con sus ojos y pelo oscuro. Un Hot Dog del Oxxo y una Mirinda será su cena de hoy, mientras atiende a la prensa y apaga los fuegos que suelen surgir en las inauguraciones de eventos tan masivos como este.

Y es normal, en estos tres días, unas siete mil personas pasarán diariamente por los más de 64 expositores, que van desde la venta de juguetes sexuales y lencería a productoras famosas como LatPorn, con además 12 escenarios con shows variados.

El panorama de Expo Sexo es de hombres que van acompañados con su cámara o smartphones para inmortalizar las poses de las modelos eróticas, pero también de parejas que vienen a ver los artículos sexuales y si da, dejarse llevar en alguna de las performance sexuales que montan los animadores en las tarimas.

“La situación es que estamos produciendo a buen nivel, hay productoras que crecen a pasos agigantados. Este negocio es naciente. Cuando empezamos a ser conocidos (SexMex) fue hace unos cuatro años”, dice Deira, quien empezó en este mundo de una forma muy inusual.

El magnate y productor de SexMex empezó indirectamente su carrera en el seminario para formarse como cura.

“Fue mucho aprendizaje, y eso me ha servido para toda mi vida. No fue un salto de un día para otro, yo empecé con querer ser sacerdote pero obtuve buena educación musical que me llevó a viajar por todo el mundo y siguiendo mi gusto por el arte, pasé a la fotografía erótica y luego al video porno. Fue un proceso de muchos años”.

Se nota.

Entre los referente que nombra Deira, están Tinto Brass y Pier Paolo Passolini, maestros del cine italiano de los años 60 y 70, y que destacaron por fundar el movimiento cinematográfico neorrealista, que sacudió y provocó al público de su momento con filmes como Las mil y un noches o Calígula.

Con ese gusto que estila, Deira opina sobre el ‘porno reality’, el cuál es el que está de moda en internet y que se basa en escenas rápidas con un montaje muy simple.

“El reality le gusta la gente, he visto sus características, se hace rápido, se edita rápido, pero se olvida rápido. Yo te puedo hablar de películas eróticas o pornográficas que te acuerdas de ellas por su punto artístico. Eso es lo que me gusta”.

Entre las claves que Deira tiene en cuenta antes de un rodaje es empezar con el guión.

“Primero creo la historia, no me gusta que sea simplemente sexo por sexo”, dice y explica que si elige el género de ciencia ficción, puede estar hasta un mes escribiéndola.

Seguidamente, reúne a los actores y actrices para los ensayos y empieza a rodar.

–¿Pero qué puede ofrecer México en un mundo donde Estados Unidos controla el 85 por ciento de la producción pornográfica?

–Mucho, responde el dueño de SexMex. No podemos competir con sus presupuestos millonarios pero si con nuestra cultura y creatividad. No es lo mismo que veas a un estadunidense hacer una película en español, que un latinoamericano con nuestro tipo de sentir y expresar. Es muy diferente y el público latino lo aprecia”.

Pese a las lagunas legales que afectan en México a los productores pornográficos, las caras conocidas del porno como Melody Petite, Frida Sante, Gali Diva o Celeste Cruz, van en aumento igual que su demanda.

Deira, no le entra al cine gay: “yo soy heterosexual y no sé qué le excitan los gays”.

Finalmente, el fundador y promotor de Expo Sexo y Erotismo se despide con una reflexión.

“En nuestro país la variedad erótica es muy importante, en cada rincón del país hay cosas muy atractivas para el público de todo el mundo. Tenemos muchas cosas que mostrar en México”.