El Papa Francisco aseguró hoy que se une espiritualmente a todos los fieles que en diversas partes del mundo visitan los panteones para recordar a sus seres queridos difuntos.
Al final de su bendición con el Angelus, asomado desde la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico del Vaticano y ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro, recordó que esta tarde visitará el cementerio del Verano donde celebrará la misa en favor de los fallecidos.
“Visitando el principal cementerio de Roma, me uno espiritualmente a cuantos se acercan en estos días a las tumbas de sus muertos en los cementerios del mundo entero”, indicó hablando en italiano.
Poco antes había recordado que los dos primeros días de noviembre constituyen para los católicos “un momento intenso de fe, de oración y de reflexión” sobre las “cosas últimas” de la vida.
Aseguró que celebrando a Todos los Santos y conmemorando a los Fieles Difuntos, la Iglesia peregrina en la tierra, “vive y expresa” el vínculo espiritual que la une con la Iglesia del cielo.
“Hoy damos gloria a Dios por la legión innumerable de los santos y de las santas de todos los tiempos: hombres y mujeres comunes, simples, a veces ‘últimos’ para el mundo, pero ‘primeros’ para Dios”, sostuvo.
“Al mismo tiempo recordamos a nuestros seres queridos difuntos visitando los cementerios: es motivo de gran consuelo pensar que ellos están en compañía de la Virgen María, de los apóstoles, de los mártires y de todos los santos y las santas en el paraíso”, agregó.
Además el Papa dijo que la fiesta de los santos recuerda la “Jerusalén celeste” y llamó a unirse en la oración por la ciudad de Jerusalén, en Tierra Santa.
“Los invito a rezar porque la ciudad santa, querida por judíos, cristianos y musulmanes, que en estos días ha sido testigo de diversas tensiones, pueda ser cada vez más signo y anticipo de la paz que Dios desea para toda la familia humana”, apuntó.
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