Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón (Ciudad de México, 6 de julio, 1907- 13 de julio, 1954) hizo de su vida una obra de arte. En sus pinturas expresó sus fantasías y sentimientos por medio de un vocabulario propio, representó la relación con su esposo el pintor Diego Rivera, cómo sentía su cuerpo, sus enfermedades consecuencia de un trágico accidente, la incapacidad de tener hijos, su filosofía de la naturaleza y del mundo.
A 106 años de su natalicio, se recuerda a la artista convertida en un referente de la cultura popular mexicana a nivel mundial, identificada como una mujer que defendió sus ideales, y encontró en la pintura una forma de sobreponerse al sufrimiento físico.
Para Javier Sánchez, investigador del Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, la destacada pintora mexicana de la primera mitad del siglo XX, aunque no tenía una propuesta formal, incluyó en su obra una cuestión autobiográfica que en su opinión resultó muy novedosa de los años setenta para nuestros días.
“Frida Kahlo fue una de las primeras pintoras que recurren a su biografía para trasladarla a un soporte como es la pintura y ahí radica su importancia. Anteriormente no se consideraba tan relevante en la vida de un artista sus momentos. Frida trasladó a la pintura toda su experiencia personal, ahí radica la novedad e importancia de su obra, sobre todo en sus autorretratos”.
El doctor en historia del arte, Eugenio Garbuno Aviña, dijo que en la obra de Frida Kahlo es evidente una catarsis de angustias personales, lo que no va en detrimento de su obra de calidad. “Frida recrea mucho lo que es el imaginario de la cultura, después en el país. Representa desde modos diversos su realidad relacionada con su propio contexto histórico social, porque sus obras son representaciones en las que está en diversos niveles”.
Agregó que la pintora mexicana nacida en Coyoacán tenía ideas, convicciones, y quería decir su verdad. “Hay varias personas que respaldan la gran importancia de su obra misma que tiene un alcance universal, netamente representativa de la historia del arte, que se debe a su obra de gran calidad plástica y pictórica”.
En opinión de Dina Comisarenco Mirkin, profesora investigadora en la Universidad Iberoamericana, las obras de Frida Kahlo a pesar de su evidente sencillez formal, y de lo directo de sus temas, incluso cuando aparentemente se trata tan sólo de un autorretrato o de una naturaleza muerta, tienen una profundidad filosófica extraordinaria, por lo que permiten una multiplicidad de lecturas que parecen inagotables.
“Independientemente de su biografía, la obra de Frida Kahlo es extraordinariamente poderosa y es hora de que comencemos a separarla de su vida. Sus temas ciertamente parten de lo personal, pero esto sucede con todos los artistas. En el caso particular de Frida, más allá del morbo y del voyeurismo que caracterizan a nuestra sociedad, el interés por lo biográfico alcanzó dimensiones descomunales”.
La doctora en historia del arte por la Universidad de Rutgers, New Jersey, Estados Unidos, explicó en entrevista que las obras de Frida Kahlo encuentran tanto eco en el público actual porque su obra es mucho más que la expresión del sufrimiento físico que experimentó y representó con lo que la artista logró expresar sentimientos de carácter absolutamente universal, a través de su particular iconografía personal.
“Quizá Frida Kahlo, a raíz de su dolor, se sensibilizó más que otros artistas para capturar el sufrimiento propio de la vida humana en general, y de la sociedad mexicana en particular, pero es justamente en ese sentido simbólico mucho más amplio de su iconografía, el que le permite ir de lo personal a lo político, o de lo subjetivo a lo social; en donde reside la grandeza de su obra”.
La también editora de Nierika. Revista de Estudios de Arte, destacó que la obra de la tercera hija de Guillermo Kahlo, fotógrafo de ascendencia judeo-húngara, nacido en Alemania y la mexicana Matilde Calderón, sigue vigente porque mucha gente se identifica con sus imágenes, especialmente las mujeres y los grupos socialmente marginados de una u otra forma.
“Frida Kahlo se animó a representar, a sacar a la luz, a visibilizar temas y sentimientos que generalmente son tabú en nuestra sociedad: el parto, la pérdida de un bebé, la homosexualidad. Su obra desenmascara muchas de las convenciones sociales que pesan sobre la vida de mucha gente y ayudan así a que tomemos conciencia sobre las construcciones sociales que nos presionan y de las que somos objeto, sacándonos así de la perjudicial creencia de que somos los únicos, y los anormales”.
Dina Comisarenco Mirkin resaltó que Frida Kahlo compartió, junto con los pintores de su generación, la preocupación por la búsqueda de la identidad nacional, abordándola de forma original, no limitándose a la recuperación del pasado prehispánico, ni a la representación de tradiciones y trajes típicos.
“Utilizó a la gran mayoría de sus obras –refirió– incluidos sus autorretratos, como una plataforma desde donde indagar en las características que ella intuía eran las propias del pueblo mexicano a través de la historia, especialmente de la reciente de la etapa posrevolucionaria, representando a la soledad, a la dualidad, y al dolor, entremezclados con una desbordante alegría de vivir”.
La relevancia de Frida Kahlo
En opinión de Javier Sánchez, la pintura de Frida Kahlo se debe entender a partir de su biografía, por lo que es importante revisar su vida personal para poder comprender su pintura.
Abundó en que una de las razones por las que es importante la obra de Frida Kahlo es porque ha colocado el arte de México a la vista de todo el mundo. “Ahora ningún país del mundo puede escapar a las referencias que tienen sobre Frida Kahlo, Diego Rivera y México, en ese sentido me parece que es importante la obra de ella porque de alguna forma ha contribuido para que el arte mexicano se conozca a nivel mundial”
“Frida Kahlo es un personaje muy popular, un referente de México en cualquier parte del mundo. En Japón, Inglaterra o España saben muy bien quién es y me parece ha dado paso para que el arte mexicano también sea considerado dentro de las grandes galerías del mundo, de las colecciones privadas, lo que me parece ha beneficiado a los artistas de hoy en día”.
La Fridamanía
Sobre la Fridamanía que surgió hace algunos años, Dina Comisarenco Mirkin sostuvo existe porque mucha gente se siente fascinada por lo que Frida representa para cada uno de ellos, por lo que es válida en el sentido de que como fenómeno social tiene un valor.
“Más allá de los intereses comerciales y mediáticos que existen detrás de la infinidad de productos que reproducen obras, fotos, cartas, y cualquier cosa relacionada con Frida, lo interesante de este fenómeno es que se ve reflejado no sólo en el consumo de productos, sino también en la cantidad de gente que asiste a sus exposiciones, que supera al público de museos y galerías de cualquier otro artista.
“Creo que su arte, con su pincelada minuciosa y su paleta vibrante, enmarca un mensaje extraordinariamente trascendente, capaz de desmontar prejuicios y convenciones sociales de forma verdaderamente audaz y revolucionaria”.
Al respecto, Eugenio Garbuño dijo que con Frida Kahlo se desató una fascinación por su vida, la que calificó como apasionante. “Son sucesos que no ha cualquiera le pasa, tuvo una vida muy tortuosa, y en ese sentido también se está insertando entre las corrientes del arte moderno”.
Para Javier Sánchez, el personaje de Frida Kahlo ha sido desgastado. “Considero se ha vuelto un personaje excesivamente popular. Me parece es bueno en la medida en que la gente se acerque a su arte, sin embargo eso también puede ser contraproducente. Ahora mucha gente maneja los clichés que en algunos casos no son necesariamente ciertos, entonces es un arma de doble filo, pues se conoce en demasía su vida privada, su vida personal, y su obra en algún momento se deja de lado”.
Agregó: “Creo que lo interesante de cualquier personaje público y/o artista es el realizar nuevas investigaciones, nuevas propuestas, nuevos ejes respecto a interpretaciones que tienen que ver con su obra. Hay que dejar un poco de lado esta cuestión amarillista, creo que Frida Kahlo ha caído en ese punto desafortunadamente”.
La artista convertida en mito
Para Dina Comisarenco son varios los mitos asociados con Frida o en todo caso es un mito con muchísimas aristas: el de la mujer mártir, que sufrió tanto por su precaria salud, como por la infidelidad constante de su esposo; el de la mexicana por excelencia, con sus extraordinarios trajes y peinados típicos; el de la mujer moderna, capaz de romper con los modelos tradicionales de la sexualidad y del matrimonio de su época.
“Creo que en gran parte fue la misma Frida la principal responsable de la creación de estas leyendas o mitos en torno a su vida, no se trata de verdades absolutas, sino de fragmentos parciales de una realidad mucho más compleja en la que Frida, como mujer moderna en un contexto histórico particular, negoció sus roles personales y públicos, con deseos satisfechos y otros no, con logros y fracasos tanto personales como profesionales, con amistades y rivalidades, con ideales políticos, con compromiso social, con amores, y con desamores, del tipo de los que experimentamos todos los seres humanos a lo largo de nuestras vidas”.
Para Javier Sánchez hoy día se manejan más mitos que realidades respecto a Frida Kahlo y su vida. “Su vida ha sido tan llevada y traída que irremediablemente se ha llegado a crear ciertos mitos respecto a su estilo de vida y sus relaciones personales, sin embargo me parece que los personajes son así, en el caso de los artistas su vida personal conlleva a este aspecto del mito y lo interesante es revisar eso, hasta qué punto es cierto lo que se dice y hasta qué punto es ficción”.
En su opinión, lo interesante actualmente sería destacar a Frida Kahlo como pintora, quien tuvo una visión muy particular respecto al arte y no tanto como la esposa de Diego Rivera, a lo que dijo habría que hacer nuevas interpretaciones de su obra.
“Recientemente sabemos, con los descubrimientos que se hicieron en la Casa Azul, sobre que ella no sólo hizo pintura sino que también se dedicó, por lo menos en algún momento, a hacer fotografía de manera aislada; entonces ahí nosotros podemos reinterpretar al personaje y darnos cuenta de que no sólo fue una artista que incursionó en una técnica sino que también tuvo intereses por desarrollar otras labores en el campo artístico”, puntualizó.
Frida Kahlo creció en la Casa Azul, hoy Museo Frida Kahlo. Su vida estuvo rodeada de infortunios, en 1913, a la edad de seis años contrae poliomielitis que le afectó la pierna derecha; 12 años después, un 17 de septiembre de 1925, el autobús en el que viajaba fue impactado por un tranvía, sufriendo la rotura de la columna vertebral en tres sitios, la clavícula, tres costillas, la pierna y el pie derecho, además de una triple fractura de pelvis que le impediría tener hijos.
Antes de su accidente, en 1922 ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria, destacando por su carácter rebelde. Comenzó a pintar en 1926, durante su convalecencia del accidente, en 1929 se casó con el pintor Diego Rivera, se divorciaron en 1940, volviéndose a casar un año después.
Especialistas consideran Frida Kahlo fue creadora de una pintura personal, ingenua y metafórica. Creó obras relacionados con experiencias de su vida personal y dolor físico. 143 obras, 55 de ellos autorretratos.
A la autora de Las dos Fridas (1939) le amputarían la pierna en 1953. Murió a la edad de 47 años el 13 de julio de 1954.