Fuentes…sujeto a espionaje por ser considerado ‘subersivo’

Por décadas, el extinto escritor Carlos Fuentes fue sujeto a espionaje por el gobierno de Estados Unidos debido a su ideología de izquierda, llevando en ocasiones la mejor parte de lo que pareció ser un juego «del gato y el ratón».

Documentos desclasificados por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) revelaron detalles de cómo agentes e informantes siguieron los pasos de Fuentes cada vez que el autor de «Aura» y «La región más transparente» puso pie en territorio estadunidense.

Los documentos, colocados en la página de internet de la FBI, detallaron que el escritor mexicano fue seguido durante al menos dos décadas debido a que fue considerado como un agente de subversión por parte de Estados Unidos.

En un memorando interno se definió a Fuentes como «un importante escritor comunista mexicano», haciendo notar que contaba con una pública y larga historia de «conexiones subversivas».

Otros reconocieron la influencia de que gozaba Fuentes, quien con frecuencia era invitado para participar en foros de discusión o impartir clases en universidades estadunidense.

Una comunicación interna de la embajada de Estados Unidos en México y con fecha del 3 de abril de 1962 refiere una invitación hecha a Fuentes para participar en un debate con el entonces secretario de Estado, Richard Goodwin.

El documento muestra las instrucciones recibidas de Washington «para retrasar cualquier aplicación de visa» por parte del escritor «y esperar mayores instrucciones».

Aunque el gobierno estadunidense le negó la visa a Fuentes en varias ocasiones, los documentos revelaron cómo Fuentes usó su influencia para burlar ese cerco diplomático.

«El procedimiento normal para él para entrar al país después que se ha negado su solicitud (de visa) ha sido obtener un pasaporte oficial mexicano y una visa diplomática de la embajada de Estados Unidos en México», señaló otro cable fechado el 9 de septiembre de 1965.

En otros casos, Fuentes ingresó a Estados Unidos gracias a dispensas otorgadas por el Departamento de Justicia, debido al impedimento legal impuesto por la llamada Ley Carran.

Ese recurso fue propuesto en ocasiones por funcionarios diplomáticos como la mejor solución para evitar publicidad negativa en ocasiones en que Fuentes solicitó una visa.

Una comunicación de fecha de noviembre de 1969, que citó a la encargada de visas de la embajada de Estados Unidos en París, Margaret Barni, así lo evidenció.

«Se recomienda dar al sujeto una dispensa de visa en vista de su ?influencia y potencial?, de manera que pueda entrar a Estados Unidos», indicó el memorando.

Aunque en algunos casos Fuentes declinó invitaciones ante la reiterada negativa de las autoridades estadunidense, en otros pareció salir victorioso, como en febrero de 1969 cuando autoridades migratorias le negaron desembarcar en San Juan, Puerto Rico.

Un cable del Departamento de Estado con fecha del 7 de marzo de ese año reflejó los temores sobre la mala publicidad que ese incidente tuvo para la imagen del gobierno, aunque criticó también la cobertura noticiosa.

«Reciente incidente donde INS (Servicio de Inmigración y Naturalización) negó a extranjero a desembarcar en San Juan, Puerto Rico, recibió considerable publicidad en la prensa local, mayormente en contra de U.S. (Estados Unidos)», apuntó.

Consideró que la caracterización de la negativa por parte de la prensa estadunidense fue «estúpida», si bien se reconoce que «colocan a Estados Unidos en una mala posición».

Los documentos ofrecieron detalles del seguimiento de que Fuentes fue objeto en Estados Unidos y revelaron que el escritor mexicano era vigilado de cerca por informantes de la FBI.

Un reporte de la oficina de la FBI en Nueva York relacionado con la presencia de Fuentes en Estados Unidos para participar en un foro de debate en la Universidad de Michigan, da cuenta de ello.

«Numerosas fuentes lógicas en la ciudad de Nueva York, contactadas en septiembre y octubre, 1965, no han podido proveer información alguna sobre actividades actuales del sujeto», refiere el documento.

La FBI dio a conocer los documentos después que la agencia NYCity News Service presentó una solicitud con ese propósito en septiembre del 2012, al amparo de la Ley de Libertad de Información.

Fuentes murió el 15 de mayo de 2012 a los 83 años, escribió ensayos, cuentos, guiones cinematográficos, más de 20 novelas como La muerte de Artemio Cruz, La silla del Águila y Federico en su Balcón, esta última la concluyó, pero fue publicada seis meses después de su muerte.

Recibió premios como el Rómulo Gallegos, el Cervantes, el Príncipe de Asturias de las Letras, la Condecoración de Gran Oficial de la Orden de la Legión de Honor de Francia y la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, además fue
candidato en varias ocasiones al Premio Nobel de Literatura.

INF./TELEFONO ROJO