El subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Miguel Messmacher, explicó que el objetivo en cuanto al mercado de combustibles de la reforma energética es que «nos vayamos moviendo» hacia un mercado de combustibles abierto con competencia, donde no sea nada más un monopolio y los precios no estén determinados solamente por decreto gubernamental.
«Vamos en esa transición donde durante este año ya se permite el que hayan estaciones de servicio distintas de Pemex. El primero de enero del próximo año, de 2017, vamos a tener importaciones libres de gasolinas, entonces vamos a poder observar marcas distintas a las de Pemex, y finalmente, a partir del primero de enero de 2018, la idea es que ya tengamos un mercado plenamente liberalizado», dijo.
En entrevista con Juan Manuel de Anda, en el programa «En los Tiempos de la Radio», indicó que durante esta transición lo que se establece para los combustibles es que en este 2016 y en 2017 el precio máximo de los combustibles en México, de los dos tipos de gasolinas y del diésel, se vayan moviendo con base en sus referencias internacionales, que ya no se mueven por una decisión meramente administrativa de Pemex o de la Secretaría de Hacienda.
«¿Eso qué implica? Que los precios de los combustibles podrán irse moviendo tanto al alza como a la baja», añadió.
Y es que a partir de este 1 de agosto, los precios de las gasolinas Magna y Premium, y el Diesel, aumentarán a 13.96, 14.81 y 13.98 pesos por litro, lo que significará incrementos de 56, 44 y 21 centavos, respectivamente, en comparación con los vigentes en julio.
Messmacher precisó que «tomamos el precio de la gasolina en la Costa del Golfo de los Estados Unidos, básicamente la zona de Texas, y eso se convierte a pesos utilizando el tipo de cambio que se haya observado, entonces básicamente lo que estamos viendo en las actualizaciones y los ajustes que estamos haciendo cada mes es tomar en cuenta las fluctuaciones en estas dos variables, el precio de las gasolinas en la Costa del Golfo de los Estados Unidos y el tipo de cambio».
Asimismo, destacó que las gasolinas en particular tienen una estacionalidad bastante marcada en los Estados Unidos, «normalmente los periodos de invierno y primavera tienden a ser periodos de precios estacionalmente más bajos para los combustibles y después en la época vacacional, en el verano y en el otoño, tendemos a observar precios más elevados porque es cuando la gente tiende a utilizar más el automóvil».
Enfatizó que como parte de la transición, durante este año se establece que cualquier fluctuación va a tomar como base el precio del año pasado +-3 por ciento, es decir, como máximo podrá llegar a subir 3 por ciento con respecto al nivel del año pasado y también como máximo podrá llegar a bajar 3 por ciento con respecto al nivel del año pasado.
«En ese sentido, en el caso de la Premium ya llegamos al monto máximo, es decir, el precio de la Premium este 14.81, ese precio máximo ya es el resultado de tomar el precio del año pasado más 3 por ciento, es decir, la Premium no puede llegar a alcanzar un precio más alto que el que ya está alcanzando el día de hoy.
«En el caso de la Magna, el 13.96 todavía está dos centavos por debajo del máximo, es decir, como máximo, en el peor de los escenarios, la Magna podría llegar a subir hasta dos centavos más, no más que eso.
«Y obviamente dependiendo de lo que pasará en el resto del año con el tipo de cambio y con los precios internacionales de las gasolinas, podríamos llegar a observar alguna disminución, siempre y cuando se diera una apreciación del tipo de cambio o una disminución en los precios de referencia internacional», puntualizó.
