La marca icónica de moda italiana Benetton asumió el compromiso de eliminar toda sustancia química peligrosa de su cadena de producción global para el año 2020 en respuesta a la campaña Detox de Greenpeace.
“Con el compromiso de limpiar su huella tóxica, Benetton demuestra sus verdaderos colores. Ahora la pregunta es ¿cuándo las otras marcas de moda italiana responderán a la exigencia de los clientes y de comunidades afectadas para crear una moda que no le cueste a la Tierra?”, cuestionó Chiara Campione, de Greenpeace Italia.
Como parte del compromiso, el grupo Benetton planea revelar datos de descarga de 39 de sus proveedores globales (incluyendo sus propias plantas manufactureras) para finales de 20131, acelerando cada vez más la revolución transparente que se lleva a cabo en el sector de moda inspirado por la campaña Detox.
Esa revelación dará poder a la gente que vive cerca de plantas manufactureras, proporcionándoles información acerca de qué se descarga en su ambiente.
“El compromiso de Benetton se une a la lista de otras grandes marcas, tales como Levi´s, y juntos aceptan el reto de la industria de la moda a desarrollar alternativas sin usar sustancias químicas. Es un triunfo para comunidades locales del mundo que son afectados cada día a causa de la contaminación tóxica del agua,” dijo Campione.
Benetton Group se convierte en la décima tercera corporación global en realmente comprometerse a eliminar las descargas de químicos peligrosos en sus cadenas de suministro y producción desde que Greenpeace lanzara su campaña Detox en el 2011.
Y la novena en proporcionar una fecha concreta (finales de 2015) para eliminar todos químicos perfluorinados (PFCs). El compromiso se aplicará a todas las 6,500 tiendas de Benetton y a todas las marcas dentro de Benetton Group, incluyendo a Sisley y Playlife.
La campaña Detox de Greenpeace exige que las marcas de moda se comprometan con cero descargas de todos los químicos peligrosos para el año 2020 y requiere que sus proveedores revelen todas las emisiones de sustancias químicas tóxicas de sus plantas manufactureras que llegan hasta comunidades localizadas en zonas con aguas contaminadas.
