El equipo arqueológico que excava en las ruinas de la ciudad maya de Holmul, en Guatemala, en el departamento del Petén, ha descubierto un espectacular friso oculto en una pirámide maya del siglo VII d.C.
Ocho metros de largo
El hallazgo se realizó mientras el equipo buscaba una tumba en la pirámide principal del yacimiento.
La tumba, posiblemente de un gobernante o un personaje dela élite, fue descubierta en la base del edificio y contenía un ajuar funerario compuesto por 28 vasijas de cerámica y una máscara de madera.
Fue también en la base de la pirámide donde los arqueólogos descubrieron el enorme friso decorativo, en excelente estado de conservación.
El friso mide ocho metros de largo por dos de ancho y en él se representan tres personajes principales, con ricos atavíos de plumas de quetzal y de jade, sentados sobre unas cabezas de monstruos.
El personaje central ha sido identificado como Och Chan Yopaat por los jeroglíficos que lo acompañan, y los otros dos serían la representación de dos dioses ancianos.
De la boca del monstruo central salen dos serpientes emplumadas de las que emergen los ancestros. Tras estos personajes hay una banda con símbolos astrales.
El proyecto arqueológico de Holmul, dirigido por Francisco Estrada-Belli, cuenta con el patrocinio de National Geographic Society y varias fundaciones estadounidenses.