Incumplen escuelas con ley ‘antichatarra’

México.- A un año de que inició la estrategia antiobesidad, 20% de las 220 mil escuelas de educación básica del país —preescolar, primaria y secundaria— incumple con los lineamientos para la venta de alimentos y bebidas industrializadas.

Ante este escenario, para 2012 la Secretaría de Salud (SSA) prevé crear un reglamento —con carácter de obligatorio— para generar una mayor restricción y vigilancia de los alimentos y bebidas que se ofrecen en las escuelas a los 24 millones de estudiantes de educación básica.

En México, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Salud Pública, hay 4.5 millones de niños, de entre 5 y 11 años, que tienen obesidad o sobrepeso.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el país ocupa el primer lugar en obesidad infantil.

Para las autoridades, el aumento del sobrepeso y la obesidad en los últimos años en el país es alarmante, debido a que uno de cada cuatro niños, y uno de cada tres adolescentes, los padecen, e incluso pueden generarles enfermedades que antes eran sólo de adultos, como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial, aumento de triglicéridos y colesterol.

Lineamientos generan confusión

Para Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de la organización civil El Poder del Consumidor, los lineamientos establecidos en escuelas confunden a la gente, ya que piensa que porque la industria hizo más pequeñas las porciones de sus productos, bajó un poco el sodio y la sal, está permitido su consumo.

La nutrióloga, quien ha analizado la lista de productos avalada por las secretarías de Educación Pública y Salud, asegura que la comida chatarra va a seguir en escuelas y calles porque la gente ve en esos productos alimentos permitidos.

Gustavo Olaiz Fernández, director de Promoción de la Salud, considera que en julio de 2012, cuando inicie la tercera etapa de los lineamientos para la venta de alimentos y bebidas industrializadas en escuelas, la recomendación será crear un reglamento que vigile la aplicación de esta última fase, que será más restrictiva.

No obstante, el funcionario de la Secretaría de Salud aclara que más que sancionar a las escuelas que no han acatado estos lineamientos —se estima que 20% de los 220 mil planteles del país— es necesario convencerlas de que si hay restricciones a determinados productos, es para mejorar la salud de sus hijos.

Recuerda que esos lineamientos, que entraron en vigor en enero de 2011 y que fueron establecidos para preescolar, primaria y secundaria, son voluntarios hasta cierto punto, pues con el cambio a la Norma Oficial Mexicana 043-SSA, la autoridad podrá ser más incisiva en el tema de salud alimentaria.

Menos productos a la venta

En enero de 2011, la lista de productos y bebidas industrializadas que se puede vender en las tienditas escolares superaba los mil 480 productos. A mediados de julio de ese año, al entrar en vigor la segunda etapa de los lineamientos, se redujo a 500 productos.

Se espera, de acuerdo con lo establecido por la SEP y la Ssa, que para la última fase este grupo, que incluye botanas, confites, dulces, yogurt y bebidas con edulcorantes calóricos, se reduzca a menos de 400 productos.

Para el ciclo escolar 2012-2013, estará restringida la venta de cualquier producto que tenga más de 130 calorías, y no deberán contener ningún tipo de grasa.

Gustavo Olaiz reconoce que hay escuelas que no cumplen con los lineamientos porque no tienen agua potable, por lo que continúan con la venta de refrescos.

Comenta que 80% de los directores de las escuelas “conoce los lineamientos, y el resto, 20%, los cumple, pero parcialmente”. Sobre el papel que ha jugado la industria para mantener sus productos en las tienditas, asegura que ha modificado los alimentos. Como ejemplo están las papas: antes eran fritas y ahora horneadas, lo que reduce un tercio de calorías.

Una epidemia de obesidad

Para Carmen Iñárritu, profesora del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, estos lineamientos todavía no alcanzan a frenar la epidemia de la obesidad y sobrepeso en niños y adolescentes.

Si bien la industria alimentaria cambió el tamaño de sus productos y disminuyó el contenido de grasas y azúcares, aún no lo es lo deseable, y menos si no está acompañado de educación alimentaria, porque ahora los niños en lugar de comer sólo una porción, comen dos.

Para la especialista, la recomendación es cero frituras, dulces y bebidas gaseosas, porque son alimentos no nutritivos. Incluso, dice, no deberían de venderse en las cooperativas escolares.

La profesora de la UNAM considera que sería importante que los padres de familia en lugar de darles dinero a sus hijos para comprar papas y refrescos, les mandaran un lunch nutritivo.

En México, lamenta la especialista, es muy bajo el consumo de frutas y verduras entre la población, así como la realización de actividades físicas.

Lo que sucede es grave, porque 25% de los niños, y 30% de los adolescentes, tienen sobrepeso u obesidad, y “un niño obeso tiene más altas probabilidades de ser un adulto obeso con mala calidad de vida”. Incluso, advierte la especialista, ya se comienza a ver casos de diabetes mellitus tipo 2 en niños.

Los malos hábitos

Actualmente, alimentos que tienen altas calorías como son las tortas, chicharrones, quesadillas, elotes preparados y refrescos se venden afuera de las escuelas y son consumidos por los niños cuando salen de los planteles. Al respecto, Xaviera Cabada recuerda que hay una propuesta en el Distrito Federal de no vender a un kilómetro a la redonda este tipo de alimentos, pero se sigue haciendo. Sin embargo, agrega, lo más grave es que los padres de familia son los que fomentan los malos hábitos alimenticios en sus hijos.

En este sentido, lamenta que no haya un reforzamiento, por parte del gobierno federal, de campañas que busquen fomentar buenos hábitos entre la población, pero principalmente entre los menores.

Desde su análisis, los lineamientos que regulan los productos chatarra en las escuelas están acotados, y no hay una regulación real.

Advierte que de no revertir los malos hábitos alimenticios, los niños formarán la siguiente “ola de pacientes diabéticos”, que a largo plazo presentarán ceguera y problemas en los riñones, entre otras enfermedades.

Con la lista de los productos permitidos, menciona la nutrióloga, muchos creen que tienen que venderlos en los planteles. “Realmente estos lineamientos no están refrendando el cambio de hábitos alimenticio en los niños”, concluye.

La gente debe aprender a comer

Para Gustavo Olaiz falta todavía, pero se va por buen camino con estos lineamientos, e insiste en que más que obligar a la gente, “es que aprenda que lo que se hace es por el bien de sus hijos”.

Aclara que esto (la regulación de los alimentos industrializados) no es imposición de la SEP ni de la Secretaría de Salud, sino un proceso para mejorar la salud de los niños, y mientras están en la escuela el objetivo es que coman menos, pero más saludable, y que hagan ejercicio.

Agencia El Universal