Cuando se enteró de que investigadores del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) someterían a pruebas de ADN los restos atribuidos a Sor Juana Inés de la Cruz para autentificarlos, y que además trataban de localizar a los parientes de la poeta mexicana, Iliana Troncoso Olaguibel advirtió que está era su oportunidad para despejar una vieja duda y sacarse esa espinita que se le clavó cuando en la secundaria, en una clase de literatura, descubrió que en el árbol genealógico de la Décima Musa figuraban sus abuelos.
Con gran entusiasmo Iliana relata en entrevista el momento de su hallazgo y la indiferencia con la que sus padres le confirmaron que entre sus antepasados se encontraba la poeta más importante del México virreinal.
“En la clase de literatura nos dejaron estudiar el árbol genealógico de Sor Juana, que aparece en el libro de Guillermo Ramírez España, y me di cuenta que hasta abajo aparecía el nombre de mis abuelos, Teresa Lizardi Gamboa y Carlos Ramírez España Troncoso. Le pregunté a mis papás y me dijeron que sí, que una persona de la familia era descendiente, pero que era algo que casi no se comentaba”, relata.
Pariente lejano
Parece poco creíble que esa mujer de ojos cafés, cabello rubio y sonrisa radiante siga conservando, a más de tres siglos, la misma secuencia genética que Sor Juana Inés de la Cruz. La certeza de que aún se conserven algunos genes está por verse, pero en términos genealógicos Iliana sí es pariente lejano de la escritora mexicana.
Al menos así lo demuestra el árbol genealógico publicado por Guillermo Ramírez España en su libro La Familia de Sor Juana Inés de la Cruz. Documentos inéditos. De acuerdo con este libro, publicado en 1947, la línea directa de descendencia que existe actualmente es la de Josefa María Ramírez de Asbaje, hermana de Juana Ramírez de Asbaje (Sor Juana Inés de la Cruz), de donde se desprende la rama genealógica a la que pertenece Iliana Troncoso.
Sin embargo, Iliana tendrá la total certeza cuando la doctora Lourdes Muñoz dé a conocer próximamente los resultados de la comparación genética que le realizó a ella y a otras tres mujeres que también dicen ser parientes de Sor Juana Inés de la Cruz.
Durante mucho tiempo, Iliana Troncoso había dejado esa anécdota familiar en el anonimato. Sabía que ese privilegiado linaje provenía de su bisabuela Adelaida Ramírez España, pero ante la indiferencia de sus padres por ahondar en el tema, no había logrado ir más atrás. “No es algo que platique mucho, incluso mi esposo se enteró hasta hace poco”, confiesa en entrevista. Fue en el laboratorio del departamento de Genética y Biología Molecular del Cinvestav donde Troncoso se reencontró con sus antepasados.
En enero de este año, la doctora Lourdes Muñoz, quien encabeza el proyecto del estudio de ADN de Sor Juana, había anunciado que una de las etapas de su investigación implicaría, además de autentificar los restos de la monja jerónima hallados hace 33 años, tomar de la osamenta una muestra del ADN mitocondrial y que lo compararía con otras de la familia de Sor Juana.
Indagan en la genética
La secuencia genética, explicó la investigadora en ese momento, debe ser exactamente igual porque el material genético de las mitocondrias se transmite íntegro de generación en generación, pero sólo en las mujeres.
A esta convocatoria respondieron, además de Iliana, las señoras cuyo parentesco entre ellas es el de primas, María Guadalupe G. Salceda Ramírez España, Adriana Ramírez España y Guadalupe Ramírez España Oelrich
“Cuando fuimos a que me tomaran las prueba de ADN, vi llegar a una de mis tías, una señora de ojos verdes, muy simpática. Nos vimos y sin saber que íbamos a lo mismo, me sonrió y sentimos ese reconocimiento de familia”, cuenta Iliana Troncoso.
“Me contaron que conocieron a mi bisabuela y que dejaron de verla porque su esposo era celoso y le había pedido que rompiera relaciones con la familia Ramírez España”, añade.
A diferencia de Iliana, sus tías tienen más presente esa tradición familiar: “ellas traen más esa especie de ‘privilegio’ de saber que son familiares de Sor Juana Inés de la Cruz. Me contaron que sus papás les platicaban que eran familiares de ella”.
Amante de la literatura, el arte y los idiomas, Iliana Troncoso confiesa que su admiración por la Fénix de América radica en su valentía para enfrentar las adversidades de su época:
“Admiro el tipo de mujer que era para su época. Trascendió en la literatura y se sigue hablando de ella. Para mí es todo un ejemplo”.
Para ella, participar de esta investigación es un orgullo, aunque piensa que es algo que no merece. “Digo: qué padre es ser descendiente de Sor Juana, pero a la vez pienso que no es mérito mío, de alguna manera me da gusto estar cooperando para que los científicos realicen los estudios que tienen que hacer y para que obtengan los mejores resultados”. No obstante, confiesa que la mayor satisfacción que le ha traído está investigación es el reencuentro con la familia Ramírez España.
Se buscó la opinión de las otras mujeres que dicen ser familiares de Sor Juana, pero no se obtuvo respuesta. Lo que sí se sabe es que, según la doctora Lourdes Muñoz, ellas tienen el deseo de actualizar el árbol genealógico que publicó en 1947 su tío Guillermo Ramírez España.
Un árbol que crece
Aunque Iliana Troncoso señala que actualizar el árbol genealógico sería algo complicado por la extensión de las ramas y la dispersión de la familia, la escritora e investigadora Sara Poot Herrera no descarta la posibilidad de que pueda realizarse.
“Hay una red muy amplia que se puede seguir por varias maneras, hay nombres que se quedaron en el camino y que nadie ha investigado. Se conoce de los Ramírez España porque Guillermo Ramírez España publica su libro en 1947, pero ¿qué pasa con las otras ramas que se quedaron en el camino? Él mismo dice que recogió más información y no lo está publicando. En ese punto me gustaría entrar, ver dónde está su biblioteca, qué documentos se guardó”, apunta la investigadora.
La especialista en la vida y obra de la Décima Musa señala que una investigación en torno al árbol genealógico de Sor Juana se podría realizar a partir de una relectura al libro de Ramírez España y de la revisión del Testamento de Sor Juana Inés de la Cruz y otros documentos, de Enrique A. Cervantes.
“Necesitaría leer el árbol genealógico, hacer conexiones, interpretar, ir a los archivos, ir a algunas consecuencias últimas porque en el camino muchos se van decir descendientes de Sor Juana”, dice Poot Herrera.
Mientras tanto, la doctora Lourdes Muñoz continúa con el trabajo de secuenciación de ADN:
“Ya sacamos algunas secuencias pero eso tendrá valor hasta que lo comparemos con los restos de la mamá, que sería la prueba más contundente”.
En ese proceso se encuentra trabajando el arqueólogo Eduardo Ramos, quien está a la espera de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) autorice la exhumación de los restos de la madre de la poeta, los cuales se encuentran en el Ex Convento de la Merced.
Agencia El Universal