Innovación…es creatividad, emulación, adaptación

Innovación es creatividad, emulación, adaptación. Es leer, aplicar y transformar ideas en un contexto histórico”, así lo expusó Álvaro Higueras, catedrático de la Simon Fraser University de Canadá, al impartir la conferencia Un análisis de la gestión del patrimonio: El desarrollo de la riqueza patrimonial bajo el signo de la innovación. Casos de Perú e Italia.

Organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la charla se realizó la tarde de este lunes 28 de enero en el Aula Magna de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete”.

La conferencia del también consultor de patrimonio, se desarrolló sobre seis casos exitosos de gestión cultural en Italia y Perú, logrados con elementos y herramientas innovadoras: La Casa de Augusto, La Crypta Balbi y Las piedras no hablan, señalización e interpretación en Italia. Además de Lambayeque, Moche y Huaca de la Luna en Perú.

Para el doctor peruano éstos son ejemplos a seguir ya que utilizan “nuevos ingredientes en su fórmula orgánica de gestión, la cual se basa en dos aspectos que van de lo legal a lo social. Además de que incluyen la participación, el poder y rol de actores y comunidades y las nuevas realidades sociales.

“Y a su vez porque añaden conceptos como el de `Distrito Cultural´ que surge de crear áreas integradas en una región o espacios definidos con actores en los que no solamente el pueblo o los arqueólogos son los participantes sino también los investigadores, los arquitectos y hasta el economista que busca crear un sistema en el cual esté inmerso el patrimonio”.

Higueras resaltó que en lo relacionado a la innovación en la esfera legal lo mejor que se puede hacer es establecer cambios en el poder y generar nuevas fórmulas de intercambio.

En este sentido, destacan los casos de Perú vs la Universidad de Yale e Italia vs Museos de Estados Unidos, ya que las instituciones estadounidenses se oponían a regresar a los sitios o zonas arqueológicas el material originario que se llevaron y para evitar irse a un juicio penal decidieron realizar “Diplomacia cultural”.

“Es decir, innovar, crear fórmulas nuevas que no están escritas en las leyes o reglamentos pero que llevan a nuevas soluciones, las cuales partieron de un acuerdo en donde se hizo válida la soberanía sobre el patrimonio”.

Según Higueras, dentro de la esfera social se debe de partir del punto de que en cualquier lugar es esencial el empoderamiento de las comunidades (el cual es resultado de los procesos democráticos) de tal forma que sean ellas las que decidan cómo actuar con su patrimonio natural, musical y arqueológico.

“En el caso de Perú fue un proceso post militar después de 1980 cuando las comunidades andinas integradas al mercado occidental incrementaron su poder gracias a una ley de la consulta previa, apoyada por el presidente actual, que le da autoridad a las comunidades para decidir qué se va hacer respecto a casi todo lo que se realiza en el país.

“En Italia fue detrás del fascismo, de la post guerra, de la democracia cristiana y después de 1989, cuando la democracia entró en acción y las comunidades tuvieron más derechos para decidir. Además de que algunas al no ser financiadas por los gobiernos centrales tienen más libertad, voz y voto para desarrollar proyectos sin tener que pasar por el gobierno”.

Para Álvaro Higueras se deben de tener en cuenta diversos aspectos para crear proyectos innovadores que permitan el desarrollo de la riqueza patrimonial: cuánto y cómo se va a destapar o cubrir un sitio, cómo se va a conservar, para quién y para qué arriesgar un mural o una obra y finalmente cómo apoyarse de las nuevas tecnologías para difundir el patrimonio.

“Por ejemplo, es crear un plan maestro de proyectos autónomos en donde no solamente los arqueólogos estén implicados sino también la infraestructura, desde los colegios, hoteles, restaurantes y el transporte que permita brindar un producto integral como se realiza en Perú en donde se busca empujar la visita a Lambayeque a través de un Distrito Cultural”.

En su charla, Higueras hizo hincapié en que no se puede hablar de desarrollo de la riqueza patrimonial bajo el signo de la innovación si no se toma en cuenta la necesidad de ofrecer la información a los visitantes de tal forma que se les permita interpretar y conocer lo que están viendo o cómo y qué se hizo o existió ahí.

“Por ejemplo, generar nuevas estrategias de señalización e interpretación que partan de una historia común o que creen relaciones entre las zonas, a través de una narrativa descriptiva de los espacios, la cual permita que los monumentos se conecten entre sí no solo a través de recorridos peatonales sino también de historias que expliquen qué hay ahí a partir de datos.

“En general, creo que para innovar no hay listas ni pasos a seguir ya que cada caso es particular. Lo importante es estar bien informado de otros procesos exitosos preferentemente que sean de fuera del continente para poder justificar por qué se van a hacer cosas cuyo resultado deben ser semillas que permitan que el visitante imagine cómo fue ese lugar”.