
Un atacante suicida mató a al menos diez personas en el funeral de un combatiente sunita cuya milicia se había aliado con las fuerzas estadounidenses durante la última etapa de la intervención occidental en Irak -según nota de BBC Mundo-.
El atacante detonó los explosivos que portaba cuando se encontraba entre los dolientes que seguían el desfile fúnebre con el cuerpo de Mudher al-Shallal al-Araki hacia el cementerio de Muqdadiya, a unos 80 kilómetros al noreste de Bagdad.
La policía indicó que Araki, el hijo de un líder tribal, había muerto por una bomba que detonó, la noche anterior, en una calle.
Observadores indican que militantes vinculados con al Qaeda frecuentemente atacan combatientes sunitas que lucharon junto a las tropas estadounidenses.