Cada año desde 1952, Isabel II de Inglaterra escribe su propio mensaje de Navidad, que es grabado y retransmitido por televisión en muchos lugares del mundo en la tarde del día de Navidad.
En esta ocasión, la reina aprovechó la ocasión para pedir reconciliación internacional y elogiar a los socorristas médicos que luchan contra el ébola en África.
La monarca dijo que llevará un tiempo sanar las divisiones en Escocia, donde este año se celebró un referendo para decidir si se quedaba como parte de Gran Bretaña, y elogió los avances logrados para solucionar el conflicto en Irlanda del Norte. La reina Isabel citó la «tregua navideña» de 1914 como ejemplo a recordar.
«Algo extraordinario sucedió esa Navidad, exactamente hace 100 años hoy», afirmó. «Sin ninguna instrucción u orden, los combates cesaron y los soldados alemanes y británicos se reunieron en la Tierra de Nadie. Se tomaron fotos e intercambiaron regalos. Fue una tregua navideña».
Agregó que las fuerzas alemanas cantaron «Noche de paz» de manera que pudiera escucharse en las trincheras británicas.
«Ese villancico sigue siendo muy querido, un legado de la tregua navideña, y un recordatorio para todos nosotros de que incluso en el lugar menos pensado hay esperanza», dijo la reina antes de desear a todos una feliz Navidad.
A lo anterior, la reina agregó que “los beneficios de la reconciliación quedaron claros cuando visité Belfast en Junio. Aunque mi tour por el set de Game of Thrones fue lo que más llamó la atención, mi visita a Crumlin Road Gaol permanecerá vívida en mi mente. Lo que alguna vez fue una prisión es ahora un lugar de esperanza y fresco propósito, un recordatorio de lo que es posible cuando la gente se acerca, como la pareja en la escultura”.
La reina está celebrando las fiestas con su esposo, el príncipe Felipe, y otros miembros destacados de la realeza en la finca de Sandringham en Norfolk, Inglaterra.
Los invitados asistieron a un servicio religioso en la mañana de Navidad antes de disfrutar de un almuerzo de gala. El príncipe Guillermo y su esposa Kate, que está encinta, asistieron, pero su hijo, el príncipe Jorge, no estuvo en la iglesia. Kate dijo a una persona entre los asistentes que no llevó al niño porque hubiera provocado mucho alboroto.
Camila, la esposa del príncipe Carlos, tampoco asistió debido a una lesión en la espalda sufrida hace unos días, dijeron funcionarios.
La reina llegó en una carroza mientras que los otros miembros de la realeza llegaron caminando a la iglesia desde sus aposentos.
Cientos de personas se congregaron a lo largo de la ruta para intercambiar mensajes navideños con los miembros de la realeza. Algunos gritaron de contento cuando el príncipe Enrique pasó junto a ellos. Una visitante de España dijo a los reporteros que le había pedido a Enrique que se casara con ella.
Guillermo y Kate hablaron brevemente con algunos en la multitud después de la misa cuando la reina se había marchado en su vehículo.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, canceló su sermón de Navidad debido a un fuerte resfriado. En un comunicado expresó que «lamentaba mucho» no haber podido pronunciar su sermón sobre el verdadero significado de la Navidad.
Autoridades religiosas dijeron que el sermón en la Catedral de Canterbury lo pronunciará el deán de Canterbury, Robert Willis.
INF./MILENIO