El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, dijo este miércoles que considerará retrasar el inicio del año académico hasta septiembre, luego que las escuelas del país han permanecido cerradas debido a la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19.
Abe expresó que debido a que Japón está experimentando un cambio de tal magnitud, «me gustaría considerar varias opciones», refiriéndose al inicio del año académico en septiembre.
Sin embargo reconoció, en una sesión de la Cámara de Representantes, que el cambio afectaría en gran medida no solo a los niños y sus padres, sino a la sociedad en general.
El año académico de Japón comienza en abril, mientras que el inicio de septiembre es común en muchos otros países. Muchas escuelas en todo Japón cerraron después de que el gobierno les pidió que lo hicieran el 27 de febrero y se espera que permanezcan cerradas hasta el 6 de mayo cuando termina el estado de emergencia en el país.
El ministro de Educación, Koichi Hagiuda, respaldó la opinión de Abe sobre el comienzo de septiembre, y dijo que los gobiernos estatales y locales deberían asumir la responsabilidad conjunta si tuvieran que introducir un nuevo sistema de año académico.
A su vez, el gobernador de Tokio, Yuriko Koike, expresó su apoyo al inicio de un año académico en septiembre, tras señalar que «seguir los estándares internacionales es parte de la educación».
«Si el nuevo semestre comienza en septiembre, el jardín de infantes, las escuelas primarias, las escuelas secundarias y secundarias y la búsqueda de empleo cambiarán», dijo. «Será una oportunidad para cambiar mucho la sociedad».
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